viernes, 25 de septiembre de 2009

viernes, 18 de septiembre de 2009

sábado, 12 de septiembre de 2009

Sobre la muerte del autor

Yo había sido un buen frankfurtiano hasta que leí un libro sobre el surgimiento de la nueva izquierda que les confinaba a ser una empresa académica. Incluso daban fecha y circunstancia: el momento en que aquella estudiante exhibió sus pechos desnudos en la asamblea como argumento a un desconcertado y congestionado Adorno. ¡Yo he preconizado la revolución, pero no he dicho que fuera un revolucionario – explicaba el sudoroso mártir!. Lo dicho: un asunto académico. La empresa fue de mal en peor, aunque se observan algunos brotes verdes. No lograron reciclarse con inventos parecidos al de Sloterdijk, capaz de encontrar la piedra filosofal de una “izquierda heideggeriana”, un magnífico oxímoron.

Pero no quiero apalizar con un subgénero literario deleznable, el de aquellos que ironizan sobre una juventud llena de buenas intenciones desde una madurez repleta de cinismo. Esos libros sencillamente me repugnan. Y no menos cuando lo leo en blogs de queridos compañeros y admirados escritores.

Hay algo que no se puede negar y es el intento de aquel pensamiento negativo por estar a la altura de su tiempo. Su fallo consistió en su incapacidad programática para convertirse en positivo. Pero no sólo en el terreno de la acción, sino del pensamiento mismo. No basta con ser pesimistas teóricos y optimistas prácticos. El riesgo es muy grande: acabar convirtiéndose en araña hermenéutica que hinca el diente a todo lo que pasa por su tela.

Hay otro modelo de pensamiento negativo que parece instalado hoy en los más jóvenes, y es que cada vez que hablan de algo nuevo lo nombran con términos negativos tomados de la publicidad trasnochada de sus mayores, repitiendo la vieja cantinela de la muerte de…Pues de marketing, no de rigor intelectual, se trataba y se trata, señores. Así el tópico de la “muerte del autor”, algo comparable, por compañero, a la “muerte del sujeto”. Cuando el sobrevalorado Barthes hablaba de ella estaba en su auge el “cine de autor”, allí en su misma casa, o en la de al lado, como lo manifiesta con rendida admiración en su carta (magnífica, todo hay que decirlo) a Antonioni. ¿No estaría indicando más bien la necesaria muerte de la semiología para la imagen? ¿O poniendo en duda que deba existir algo así como una “narrativa audiovisual”? El propio Antonioni decía con sonrisa de conejo que para ser un director de la incomunicación comunicaba muy bien (a juzgar por los premios).

Normalmente, cuando se hace extensible la muerte del finado a la literatura, se suele acumular, en loable actividad de escarabajo pelotero, otro tópico: la muerte del “genio romántico”, un supuesto referente suyo. El creador aislado, solitario, pobre, que no se entera. ¿De qué romanticismo están hablando? Hölderlin escribía desolado que parece que sólo se leyeran entre ellos, pero era una queja, no un regodeo en su soledad. De hecho, escribían cartas, billetitos etc., sin parar ¿Hablamos de los novelistas románticos franceses, verdaderos águilas antecesores de la SGAE?

Ni ha habido ni hay muerte del autor. Más aún, desconfíen cuando les propongan una nueva modalidad del timo, el negocio de “creación colectiva”. Otra estrategia de marketing de autor. Lo que hay es la suma de esfuerzos individuales, de autores, más o menos enredados o enrizomados. Pero nada de sabiduría, alquimia de multitudes y cosas parecidas que venden algunos buhoneros digitales.

viernes, 11 de septiembre de 2009

lunes, 7 de septiembre de 2009

viernes, 4 de septiembre de 2009

abrazos



Imagen "pasadizo"




Con un abrazo para los amigos en el BLOG (con mayúsculas ) de Vicente Luis Mora.

lunes, 31 de agosto de 2009

literatura y política

“No hay una literatura comprometida. El concepto es una contradicción en sí. Hay hombres comprometidos, pero no escritores comprometidos. El concepto de “compromiso” es político […] El compromiso es, por tanto, un concepto no literario”.
Peter Handke. “La literatura es romántica” (1966).

lunes, 24 de agosto de 2009

sábado, 15 de agosto de 2009

tiempo,vida,historia




En el breve texto escrito en un trozo de servilleta de papel se replantea lo que nos han contado los filósofos sobre la relación entre tiempo, vida e historia. Es una de las aportaciones de las imágenes de tiempo lento. (Wenders. El estado de las cosas,1982)

lunes, 10 de agosto de 2009

Los sí-lugares

Llama la atención que aquellos que reclaman (con todo derecho) un pensamiento, una narrativa, e incluso una poesía, a la altura de nuestro tiempo tecnológico, sigan manteniendo como fetiches conceptos, metáforas e imágenes radicalmente obsoletas. Una de ellas es la del no-lugar. Su definición por negación tiene como referente algo que ya hizo crisis muchos años antes en estética y arquitectura: el lugar natural. ¿Son realmente no-lugares los aeropuertos, las estaciones, los túneles, las grandes superficies, los aparcamientos....? Si hasta los cristianos afirman que la vida es un tránsito.

miércoles, 22 de julio de 2009

viernes, 17 de julio de 2009

lunes, 13 de julio de 2009

La identidad (in)útil.

Leo en El Mundo de hoy que “El grupo de sabios de Castilla y León monta un foro sobre la “identidad útil” en septiembre”. Debajo aparece la foto acreditativa del “grupo de pensadores” padres y madres de la idea. Dadas las fechas parece una serpiente metafísica de verano. Sin embargo, se presenta como una de las tres actividades que bajo el prometedor nombre de Futuros se van a celebrar en ediciones sucesivas. Hay crisis económica pero no faltan alegrías culturales.

En la deshilvanada argumentación que aparece en la prensa se hace hincapié en el aspecto de utilidad, frente a otras identidades inútiles como afirman ser los discursos nacionalistas. En lenguaje políticamente correcto se deja la puerta abierta a todo tipo de diferencias culturales y geográficas, y de modo edificante se insiste en el talante positivo y constructivo de la idea. Bien es cierto que se nos ahorra la expresión cursi, habitual en foros similares, de la necesidad de concitar y aunar “sinergias”.

Lo verdaderamente inútil del foro es el propio nombre. A finales del siglo pasado, especialmente en los imaginarios de la cultura de las nuevas tecnologías, la identidad era un tema estrella en los debates. Pero se ha revelado como culturalmente obsoleto, personalmente regresivo y socialmente limitador. Por ello, el acento se desplazó de lo identitario a lo comunitario. Ahí está el futuro del debate. Y éste sí que hubiera sido un buen proyecto de interés ciudadano en una Comunidad, más allá de los partidos y de la cuestionable estructura administrativa: la Comunidad útil. Un título mejor para una buena iniciativa.