lunes, 9 de agosto de 2010

La estética The Wire


En materiales he colgado el texto. Es un borrador del que preparo para Miradas de cine,y forma parte de un capítulo del próximo libro.

viernes, 6 de agosto de 2010

El origen, decepción.

Acabo de ver la película. Mi impresión es que se trata de las aventuras del Equipo A contadas por Zizek: mal rollo lacaniano y esteticismo en los efectos y afectos especiales. Nolan, más que un extractor, es un predator de ideas e imágenes ajenas. Ya lo señalé a propósito de El caballero oscuro en este mismo blog.

martes, 3 de agosto de 2010

domingo, 25 de julio de 2010

€®O$


€®O$ es el título, de un simbolismo barroco minimal, capaz de alojar en este libro el máximo de inteligencia en un mínimo de espacio. Nada de lo contemporáneo le es ajeno.

Su lectura debería ser de obligado cumplimiento en la puesta al día de hábiles reporteros de revistas culturales que a estas alturas del sampleado todavía tienen el cuajo de hablar de “cultura de masas” en el siglo XXI, o plantear preguntas capciosas que un niño de teta sortea ya con desgana: ¿quieres más a mamá (alta) o a papá (baja cultura)?. En este sentido es magistral la descripción que hace Fernández Porta de la mutación que experimenta la marca existencialista “vacío” desde la “subjetividad de lujo” del Nuevo Cine Alemán a lo más arrastrado de las películas de adolescentes con picores, con pausa obligada en las reflexiones esencialistas que se destilan en un bar de cañas.

La mutación ha entrado en un tercer estadio: antes lo importante era el tema, más tarde el cómo, la forma, ahora ni siquiera es el ponerse en lugar del otro, sino en ser otro sin dejar de ser uno mismo, es decir, de Prometeo a Proteo. La metamorfosis no es fácil. Lo que el libro muestra es que estamos acostumbrados a leer con las gafas de los conceptos cuando en realidad vemos con los ojos de las emociones. Incluso la mejor filosofía de la historia de la filosofía es travestismo emocional reprimido que sólo ahora se atreve a salir del armario. Es puro concepto emocional, sabia administración conceptual de los afectos, más aún, mercantilización de los mismos en los conceptos. Siempre han jugado con las emociones despistándonos con los conceptos. Como en los anuncios publicitarios. Por ello su recepción nos convierte en seres frágiles y desvalidos, con una escritura a medio camino entre Hegel y Corín Tellado. Nos sentimos estupendos, pero da vergüenza ajena. O no, como diría Rajoy.

En la cruzada paródica de la jerga de la autenticidad que Fernández Porta lleva a cabo en sus libros le toca esta vez el turno a Heidegger. Es lo mejor que se ha escrito desde la pesada broma teutónica de Günter Grass en Años de perro. Muy recomendable para doctorandos iberoamericanos incipientes, aunque los ingresados en la secta sean ya inmunes. Aquí el entrañable “rey oculto” (Hanna Arendt) de la Selva Negra es presentado como miembro de la facción gallega de la boina. Se repasan citas inolvidables como “El hombre es un ser de lejanías”, frase cursi donde las haya, popularizada en España por el casticista Umbral. Y, ya metidos en la jerga de la autenticidad, ¿para cuándo Eloy la parodia de Walter Benjamín, la Belén Esteban de las citas blogueras modelnas?. A fin de cuentas, ¿quién no ha tenido alguna vez veinte años? ¿quién no ha citado al menos diez veces en vano La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica?

Si acaso llama atención un poco (no sabemos si es otra parodia) la terminología vintage que se usa con frecuencia en el libro, como la de “capitalismo de consumo”, de la mano de autores venidos a menos como Baudrillard o el promiscuo Zizek, o el deslucido Deleuze. Que yo recuerde en España sólo la maneja un situacionista rezagado, autor contumaz de kilométricos manifiestos cabreados, a la espera de un puesto que no acaba de llegar. Con ánimo de ofender, (pues sé de la manía de Fernández Porta al término) yo diría que ha escrito un libro humanista (en el sentido de Houellebecq) e ilustrado, una pieza clave en la crítica de la emoción, de los afectos, del “¡atrévete a sentir!”, que estamos esperando nada menos que desde Ovidio.

jueves, 22 de julio de 2010

siempre creedence



El look resulta algo kitsch, las letras nada especiales, lo psicodélico incomoda un poco y sin embargo...
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Estoy dándole vueltas al concepto de posproducción. Lo veo claro en la cultura analógica y las asociaciones con la vieja teoría del montaje. Pero no en el caso de la cultura digital, donde quizá sería más apropiado hablar ya de preproducción.En fin...veremos.

domingo, 18 de julio de 2010

Close up.







No es el Kiarostami de películas con niño (pace Erice), tampoco el de la estética rural del ontotontólogo de turno, sino el de cine en estado puro, el verdadero cine de imágenes.

Como la película va de un frustrado Doppelgänger de director de cine aprovecho para compartir el enlace que me ha pasado Vicente Luis Mora, gracias Vicente.
http://www.youtube.com/watch?v=h5rLtFYEiPc&feature=related

lunes, 5 de julio de 2010

Nuevo libro.Retorno a la imagen.Descarga gratuita.



Para su descarga aquí.

Quiero agradecer a Jara Calles y Carlos Rodríguez Gordo su valiosa ayuda en la edición del libro.

viernes, 2 de julio de 2010

Fin de la aventura


Un preciso encuadre y una maravillosa composición.

También la plasmación icónica del final de otra aventura.

Dentro de unos días colgaré en este blog mi libro Retorno a la imagen (Estética del cine en la modernidad melancólica) para su descarga gratuita.

viernes, 25 de junio de 2010

The Wire



Quiero "compartir" (como dicen mis amigos chilenos) con ustedes una experiencia. He pasado unos buenos momentos leyendo la introducción y declaraciones de David Simon sobre la serie, asintiendo todo el rato. Al final, he descubierto que me habían robado la cartera.

Haciendo memoria, creo que ha sido después de leer que The Wire es una tragedia griega posmoderna. Una frase genial, que me ha emocionado. Puro marketing. Una mezcla explosiva propia de esas papelinas a las que tan aficionados son algunos llamados filósofos, y que dan como resultado escritos de fumados.

Una frase genial y una sandez intelectual. Al parecer, se trata de explicar con ella que, si en el mundo griego eran los dioses olímpicos quienes decidían el destino de los humanos, ahora lo hacen las instituciones de diverso signo. No suena mal. Sólo que en la cultura griega nunca decidieron los dioses el destino de los humanos. El destino lo decidía EL DESTINO. Y los dioses, a diferencia de los humanos, podían conocerlo anticipadamente, pero nunca torcerlo. Y, además, estaban LAS MADRES, allá en el fondo, que tanto intrigaran a Goehte en el Fausto.

No se me reboten, que no va la cosa de erudición. Va de que Simon presume todo el rato de "progre", de que se trata de una serie "crítica"...y de eso nada. También de que el tema es la CIUDAD... y tampoco, si acaso la zona Oeste de Baltimore. Si metes el tema del destino, entonces poco margen queda para la autonomía y capacidad de cambio de los seres humanos, excepto de servir de espectáculo a los olímpicos y a los posmodernos de obediencia francesa.

Y, sin embargo, es la mejor serie que he visto. De ella, antes de canibalizarla en un próximo trabajo académico, me quedan muchas imágenes. Una es la del post anterior: el límite como lugar de encuentro en un sofá de extremos que se tocan convirtiendo en sala de estar esos parquecillos de (la) nada en nuestras ciudades, verdaderos sí lugares para mucha gente.

miércoles, 23 de junio de 2010

domingo, 13 de junio de 2010

viernes, 4 de junio de 2010

martes, 1 de junio de 2010

la lucidez de Bernhard

"El aplauso es la recompensa del actor. Vive de ello. Yo, por mi parte, prefiero las transferencias de mi editorial".