miércoles, 29 de febrero de 2012

domingo, 26 de febrero de 2012

mi papá es el diablo






Es recomendable la serie Luther, y ha sido un acierto recuperar al complejo Russell 'Stringer' Bell para este otro personaje en la "delgada línea". Tan pronto oficia de neuropolicía como se marca unos diálogos con Alice Morgan sobre los agujeros negros y el mal que harían palidecer de envidia a Punset.
Me llama la atención cómo se van replicando los recursos estéticos en 4 o 5 trailers de series muy distintas. Lo llamaría el efecto Carnivale. Uno de ellos, excelente, el de Luck. Se puede ver y, sobre todo, oír una y otra vez, con la bebida adecuada. De momento, la serie es tan indescifrable como la cara de Ace.

jueves, 23 de febrero de 2012

jueves, 16 de febrero de 2012

esto no es arte

Es una chapuza,  sobre la que se pueden echar toneladas de legitimación hermenéutica, como es habitual, pero sigue siendo una chapuza. Falta de imaginación atribuible a la cultura de la subvención que rodeaba a un cierto arte llamado contemporáneo, basado en la provocación fácil que ya no escandaliza a nadie, y que evidencia  la falta de recursos acudiendo a la ironía pueril,  revelando, sobre todo, una monumental ignorancia. Es la pretensión de un arte de vagos e indocumentados, para desprestigio de otro serio, informado, trabajador y con ideas.

martes, 14 de febrero de 2012

lunes, 13 de febrero de 2012

ironía de la historia

``La Red es frecuentada por las esperanzas frustradas de los años sesenta. Puesto que simboliza un nuevo período de cambios rápidos, muchos comentaristas contemporáneos se vuelven hacia la revolución fallida de hace treinta años para explicar lo que ocurre hoy día. Los más famosos, los fundadores de Wired se han apropiado la retórica de la nueva izquierda para promover, en lo que concierne a la red, la política de la nueva derecha. En Europa, una larga tradición política de lucha de clases y una compulsión teórica vuelve poco creíble semejante equívoco ideológico. Pero, no obstante, eso no significa que los europeos estén libres de un elitismo numérico que ellos arriesgan en adoptarlo, en nombre de ideologías libertarias de los años sesenta. Ironía de la historia, esta unión de los contrarios es, en cambio, completamente evidente en los escritos inspirados por Gilles Deleuze y Félix Guattari". (Richard Barbrook)

viernes, 10 de febrero de 2012