"Actualmente, la palabra clave del marketing mundial no es vender Estados Unidos al mundo, sino lograr una especie de condimento de marketing para todos los habitantes del mundo. A finales de la década de 1990, el tono ya no lo dicta el Hombre Marlboro sino Ricky Martin: una mezcla bilingüe de Norte y Sur, algo de latino y algo de R&B, con letras de canciones que celebran la fiesta mundial. Este enfoque de restaurante étnico crea una ubicuidad, un mundo unívoco, un cen-tro comercial global donde las corporaciones pueden vender un pro-ducto único en diversos países sin provocar las antiguas protestas con-tra «Coca-Colonización»". (Naomi Klein.
No logo. El poder de las marcas)
Y, sin embargo....
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