viernes, 4 de enero de 2008

Tecnoromanticismo



“El arte tecnoromántico es un acercamiento crítico al universo tecnológico [...] Mi propósito no consiste en situarme en oposición a la sociedad tecnológica, o a las tecnologías en general sino, más bien, en intentar desarrollar mi calidad humana, en compartir las emociones, dentro del paisaje actual de nuestra sociedad que es informática, virtual, técnica, pero que tiene también otras dimensiones...El arte está basado en un proyecto emocional y filosófico. Este proyecto artístico puede elegir expresarse con útiles tecnológicos o con útiles tradicionales. Pero es cuando se parte de un proyecto artístico, cuando se está en el ámbito del arte y no en el ambito de la ilustración del universo tecnológico”.
(“Sur les ruines de la technologie, en avant pour le Technoromantisme")

Stéphan Barron


domingo, 30 de diciembre de 2007

La capacidad de resistencia del Individuo en la belleza de lo fugaz



"Sin embargo, para mí lo importante sigue siendo el Individuo, el gran Solitario, capaz de resistir en las situaciones difíciles para el espíritu, como la que está llegando y que será una nueva edad de hierro [....] Pero ahora que he superado los cien años no sé si con el tiempo que me queda emprenderé una vez más esa clase de aventuras. De todas maneras sigo viajando por el mundo de la literatura y por ese pequeño cosmos que es mi jardín. A veces, en los días soleados, me entretengo haciendo pompas de jabón que el viento lleva entre las plantas y las flores. Son para mí una imagen simbólica de la fugacidad, de su inasible belleza".

viernes, 28 de diciembre de 2007

De lo mejor sobre cibercultura


He recibido el libro esta mañana (gracias Edgar) y lo he leído de un tirón. No ha contribuido a ello sólo la brevedad (en este caso una virtud) del texto, sino en especial el interés creciente por la narración y la sintonía con los análisis. Conocía su existencia por la excelente reseña de Tíscar (Badeker infalible) en su blog. Está bien escrito y, junto a la información lúcidamente articulada, destacan la claridad y el sentido común de los planteamientos, unos bienes escasos en el ámbito de la cibercultura.
Comparto la valentía en reclamar, junto a otros, un enfoque “académico” del tema. Tu madera de investigador, pero también la sensibilidad, se demuestran cuando vas a la genealogía de los conceptos clave teniendo en cuenta la construcción de los imaginarios tejidos en torno a ellos; al hacernos bajar al suelo de las metáforas cuando algunas veces nos hacen perder el norte, especialmente en los “mercados de futuro”. Lo has realizado de manera ejemplar con las de ciberespacio, comunidad virtual e identidad virtual. Concluyes entreabriendo la tapa de la cuarta “caja negra”, la de la Web 2.0, la caja de los truenos. Sabe a poco, pero lo insinuado promete.

lunes, 24 de diciembre de 2007

¿A quién pertenece la belleza?



“Aquí está tu premio Labiche…algunas de las mejores pinturas del mundo…¿No te excita eso Labiche? Una pintura significa para ti lo mismo que un collar de perlas en un mono…Has ganado por pura suerte. No eres nada, Labiche…un simple pedazo de carne…las pinturas son mías…la belleza pertenece al hombre que la aprecia (pausa) Ahora, en este momento, no puedes decirme por qué has hecho lo que has hecho…”
John Frankenheimer. The train. 1964.