viernes, 29 de diciembre de 2023

Neurocine


"La neurociencia nos ha ayudado a entender que la frontera entre lo que llamamos mundo real y el mundo imaginario e imaginado es mucho menos clara de lo que podemos pensar".

 

domingo, 24 de diciembre de 2023

lectura navideña


 Todo en uno: thriller medieval en ásperas tierras de Burgos, imposible soltarlo de la mano con una copa de buen vino, humor que se cuela por las grietas de los viciosos monasterios, páginas del mejor castellano que se pueda leer hoy día, estructura narrativa muy lograda, meditación sin mucha melancolía sobre el paso del tiempo, siempre que se haya vivido un poco y bebido mucho.

domingo, 10 de diciembre de 2023

la burbuja de la tragedia

 


Ya Benning señalaba cómo había toda una serie de crímenes contra los nativos americanos debajo de la alfombra en la historia oficial americana. Pero Benning no deja de ser un director underground. Que un director del prestigio y éxito de Scorsese retome el tema lleva su tratamiento a otra dimensión. Del cine superlento de Benning a la película de muy larga duración de Scorsese hay un hilo invisible que los une y es lo que Hume definía como una característica fundamental del gusto: la delicadeza. Que no es, sino la capacidad para discernir y plasmar los mínimos detalles y sutiles ingredientes de lo que se está viendo. Y para eso hace falta tiempo, mucho tiempo.

Dos potentes imágenes hibridan la mirada geológica con la social. En medio de una extensa pradera verde y llena de flores se abre una piel cuarteada y negruzca de la tierra en la que burbujea una materia oscura. Es un absceso que revienta y destruye el paisaje y la convivencia. Se ha enterrado la pipa, símbolo de la pérdida de las tradiciones y brota el petróleo que propiciará la aceleración de esa pérdida por la asimilación del consumo, la corrupción de las instituciones y la codicia del oro negro por los blancos. Las primeras imágenes de las praderas llenas de flores y la tierra corrompida de la burbuja de petróleo instalan a la película en una suerte de fatalidad visual.









La segunda imagen es un largo plano en picado en el que un coche diminuto recorre el nuevo paisaje de torres petrolíferas que se extienden hasta formar un bosque en el horizonte. El desarraigo de la tierra en forma de consumo desaforado lleva a una tragedia que es el reverso de la conquista del Oeste: los blancos viven de las migajas que dejan los Osage propietarios de las tierras, reservas en las que habían sido confinados, de las que se extrae el oro negro, trabajan para ellos mientras que ellos no trabajan. En medio de su opulencia, los Osage son una tribu en decadencia que se revuelve ante los asesinatos recordando sus mayores gestas pasadas. En el otro lado, los prejuicios raciales alientan la conspiración para desposeerlos, otra vez, de todo. En nombre de la civilización y de la Biblia. La tragedia del paisaje se traslada, por contraste, a la “banalidad del mal” de los personajes: la mirada de pillo de De Niro y el extraordinario ejercicio corporal que hace un obtuso DiCaprio en estado de gracia. Mollie representa la ingenuidad con carácter de un pueblo desvalido en su riqueza, de la que tampoco pueden disponer libremente sin consentimiento de sus “tutores”.









La película no adopta el tono esquemático de la denuncia, sino el más complejo de la memoria ante la evidencia de lo que “el rey” señala: todas las tragedias serán olvidadas. Y lo certifica el propio Scorsese en un cameo en que narra la muerte de Mollie por diabetes, sin que se hiciera en el obituario mención alguna a los asesinatos. Quizá lo más cruel, por vulgar, sea ese show radiofónico en que, tiempo más tarde, se dramatizan los acontecimientos. El olvido del entretenimiento. Ese ejercicio de memoria agridulce y no exento de humor tiene lugar desde una recreación de lo sucedido y la recopilación de imágenes en blanco y negro de lo que sucedió mediadas por una música Osage que atraviesa la película hasta la coreografía de la danza final. Un pegote buenista, concesión a los herederos de los Osage supervivientes.



sábado, 2 de diciembre de 2023

Varoufakis

 


Este libro es una obra maestra de estética política: No se prohíbe lo que nos atrae sino que nos atrae a lo que se nos prohíbe. Una jugada digna de su admirado Don Draper en Mad men. Ahora decididamente un sheriff feudal (sin techno) en Fargo. El estilo ameno y didáctico combina los géneros de la carta al padre, orígenes mitológicos de los dualismos tecnológicos en Hesíodo y escenarios de retrofuturo en Star Trek. Su alternativa al technofeudalismo está expuesta en una obra con apariencia de novela de ciencia ficción. No tiene miedo a las paradojas y lo que puede parecer una broma, su autocaracterización como "marxista libertario", no lo es: "nube siervos, nube proletarios del mundo, uníos". 

En este contexto me ha llamado la atención algo, respecto a otros libros sobre nuevas tecnologías, llenos de jeremiadas respecto a la privacidad de sus autores supuestamente vejada por un algoritmo.Varoufakis no está tan preocupado por lo que conocen de nosotros como por lo que sacan de beneficio de conocer nuestra identidad digital sin que nos beneficiemos nosotros de ello. Un enfoque muy interesante: abandona el foco sobre la metafísica de la privacidad para centrarse en la injusta monetización de los datos, sin conocimiento, consentimiento y aprovechamiento de los clientes, siervos. Anima a pedir las hojas de reclamaciones. 

lunes, 13 de noviembre de 2023

Oppenheimer mon amour

 La entradilla admite variantes: es una extraordinaria película, a pesar de ser de Nolan, por ser de Nolan, no lo es por ser de Nolan. Algo de todo eso hay. Depende de las preferencias. Para quien le gusten las películas de Nolan encontrará aquí algunos ingredientes de las anteriores: misticismo barato sobre la luz negra, frases de blockbuster que nunca faltan (“el poder está en la sombra”), imágenes finales kitsch de apocalipsis nuclear integrado. Lo que no obsta para que sorprenda con el magnífico manejo de los tiempos en la preparación del estallido de la primera bomba atómica en Los Álamos, la sobriedad y renuncia a fuegos artificiales y explosiones cósmicas en su visionado. Ahí sí que se acerca al biopic, pero no nos engañemos. Nolan es Nolan. Si renuncia a los galimatías tipo Escher de Inception, no puede evitar que la película sea, una vez más, sobre sí mismo. Y la marca de la casa, la estética de sus blockbusters, es el romanticismo oscuro. Si adopta la forma de biopic, el caballero tiene que ser “oscuro” y sufridor. Vaya por delante que la fórmula suele tener un poder irresistible para el personal, mecido por débiles emociones contrapuestas y bien administradas, junto con un puntito, una pequeña dosis, de sublime, que le compensa el no entender casi nada de lo que está viendo.

La estructura narrativa de la película no es lineal, sino circular, como era previsible en el enfoque del director. Decía antes que no era un biopic en sentido estricto y menos si se compara con el magnífico, en todos los sentidos, documental que ha salido este mismo año sobre Oppenheimer. A Nolan no le interesan, por pedestres, los enfoques sociales, políticos e incluso personales del tema. Lo que le interesa en ese contexto de romanticismo oscuro es la dimensión mitológica del mismo.

Y así, desde el comienzo, oscilamos entre Ozymandias y Prometeo. Ante la trucada Comisión se van mostrando los pedazos gigantescos de la estatua del que se vio a sí mismo (siguiendo la tradición india) como el “destructor de mundos” y, simultáneamente, se reconstruye para el espectador la figura del “Prometeo americano”, padre de la bomba atómica, que dio a sus compatriotas la posibilidad de ganar definitivamente la guerra contra Japón. No deja de aparecer también como un “moderno” Prometeo, con todas sus ambigüedades, víctima y verdugo a la vez. Muy propio del relativismo posmoderno de Nolan al que le encantan los héroes del mal, pero sufridores. Este enfoque cuela con el espectador, no con los obtusos militares y políticos estadounidenses que no entienden muy bien por qué “Opi” quería tener la bomba atómica antes que los nazis, arrojársela a los japoneses para acabar antes la guerra y ahora hace melindres pacifistas frente a la carrera armamentística de la Unión Soviética. ¿Por qué ahora en la guerra fría no le sigue valiendo el principio de la “violencia razonable”? Por otra parte, “Opi” no condenó las matanzas de Hiroshima y Nagasaki, aunque las deplora. Y es muy sintomático.

El título de este comentario, Oppenheimer mon amour, no se refiere a una crítica de comisario político de la actuación de Oppenheimer sino del enfoque de la película de Nolan. Se refiere a las imágenes que faltan de la película y que se encuentran, con mayor o menor fortuna, en otras. En una secuencia se muestra a Oppenheimer en una sala de proyección con una voz en off relatando la masacre de Hiroshima, no se muestran imágenes de ella, sino del científico espectador con rostro demudado. Nada más. ¿Por qué faltan? Porque sobran otras.



Godard tildó de pornografía emocional que en Hiroshima mon amour Resnais hubiera puesto en primeros planos escenas eróticas de la pareja y cuerpos destrozados de japoneses por la explosión nuclear, equiparándolas icónicamente, amor y terror. Nolan ahorra estas últimas, pero mete, sin que venga a cuento, a Opi realizando un coito a capella delante de la Comisión, no es un flashback sino en directo. Otro pellizco, en forma de provocación visual, marca de la casa. No hay imágenes del genocidio, tampoco se condenan, solo un tenue lamento, los efectos colaterales. Lo que queda en la retina es un Prometeo americano traicionado y castigado por haber hecho bien su trabajo y un poco cansado de la ingratitud de los seres humanos. ¿Verdugo? A estas alturas de la larga película no vamos a ponernos así, dejémoslo en víctima… del destino, versión griega. Ese que acaba castigando a aquellos que lo cumplen huyendo de él (yo no quería…). Solo le quedaría rematar, con Sartre, que el infierno son los otros, es decir, los políticos. Nunca falla.


sábado, 28 de octubre de 2023

el arte (rentable) de meter miedo: del androide al algoritmo.

 Cédric Durand concluye su muy interesante libro Tecnofeudalismo. Crítica de la economía digital:

" El futuro pertenece a la mano invisible de los algoritmos"

Quizá sería más responsable decir: el futuro pertenece a la mano visible de los seres humanos. Todo depende de nosotros. Mientras tanto, es más rentable hacer caja mediática con los imaginarios estéticos de las distopías tecnológicas. Un nuevo (cuántos ya) ciberpunk. De Dick ("el mal tiene rostro de metal") a Tolkien (un algoritmo para dominarlos a todos). Qué pesados son. 

jueves, 26 de octubre de 2023

cine y literatura

 "¿Para qué sirve el cine, si viene después de la literatura?"

(Godard. Pensar entre imágenes)

jueves, 19 de octubre de 2023

martes, 10 de octubre de 2023

La Balsa de la Medusa en serie




 





El arte del crimen es una serie policiaca muy entretenida sobre delitos en torno a obras de arte. Cada doble entrega se centra en la obra de un artista y da mucha información sobre ella. El 1.5 y 1.6 están dedicados a crímenes relacionados con La Balsa de la Medusa y los avatares de su creación por Géricault. Su biografía y la del criminal aparecen entrelazadas de una manera sorprendente. 

sábado, 7 de octubre de 2023

oler poder

" —Recuerda bien mis palabras. En el momento en que nuestros camaradas huelan el poder por primera vez, sacrificarán cualquier principio que puedan tener. Y aquellos de nosotros que decidan permanecer en la disidencia serán demonizados o, lo que es aún más probable, ridiculizados". (Yanis Varoufakis en Otra realidad, 2021)

miércoles, 13 de septiembre de 2023

domingo, 10 de septiembre de 2023

No siempre

 


“A fin de cuentas, la mayor ventaja del oficio de humorista, y más generalmente de la actitud humorística en la vida, es poder portarse como un cabrón con toda impunidad, e incluso rentabilizar cómodamente la abyección, tanto en éxito sexual como económico, todo ello con la aprobación general”. 
(Houellebecq. La posibilidad de una isla)

No siempre

Penosa lectura del texto de alguien que se hace pasar por un pardillo.


"En pocos momentos revisé el conjunto de mi carrera, sobre todo cinematográfica. Racismo, pedofilia, canibalismo, parricidio, tortura y barbarie: en menos de una década, había escogido la flor y nata de la casi totalidad de los mercados rentables. De todas formas era curioso, me dije una vez más, que a los medios cinematográficos les hubiera parecido tan novedosa la alianza de la maldad y la risa; en la profesión no debían leer mucho a Baudelaire”. (La posibilidad de una isla)

Parece que alguno sí




domingo, 3 de septiembre de 2023

El espejo mágico

 

            ( M. C. Escher. El espejo mágico. Litografía 1946)

«No deseo describir nada místico. Lo que cierta gente llama misterioso, no es sino un engaño consciente o inconsciente. Todo lo que he querido hacer es jugar un juego, apurar hasta las heces ciertos pensamientos visuales, con la sola intención de investigar los medios de representación pictórica. Todo lo que ofrezco en mis láminas son los informes de mis descubrimientos». ( Palabras de M. C. Escher. Citadas en el libro de Bruno Ernst El espejo mágico, p.14). 


jueves, 20 de julio de 2023

domingo, 16 de julio de 2023

¿Dónde está nuestro Robert Smithson?

 Este título es una paráfrasis de la pregunta final -Where is our Passaic?- en el texto de Kazys Varnelis  "Observations on Passaic". El autor hizo el mismo recorrido que Smithson, pero con diferentes resultados: ya no hay puente, ni "monumentos", la entropía ha dado paso al desarrollo. Aprovecha para reflexionar sobre el desvanecerse de algo que nos tocaba muy de cerca: la fascinación por los espacios vacíos, los huecos de la desindustrialización, desmontes, descampados, los paisajes de la ausencia, el terrain vague. ¿Dónde está nuestro Robert Smithson? El remoto pasado y el remoto futuro ya no salen al encuentro como antes, ya no se dan la mano. 

miércoles, 12 de julio de 2023

Kundera

 

“Y vuelvo a verlo tal como apareció ante mí no bien empezaba la novela. Está de pie junto a la ventana y mira, a través del patio, la pared del edificio de enfrente.

Esa es la imagen de la que nació. Como dije ya, los personajes no nacen como los seres humanos del cuerpo de su madre, sino de una situación, una frase, una metáfora en la que está depositada, como dentro de una nuez, una posibilidad humana fundamental que el autor cree que nadie ha descubierto aún o sobre la que nadie ha dicho aún nada esencial

¿Acaso no es cierto que el autor no puede hablar más de que de sí mismo?”


"Mirar con impotencia el patio y no saber qué hacer; oír el terco sonido de las propias tripas en el momento de la emoción amorosa; traicionar y no ser capaz de detenerse en el hermoso camino de la traición; levantar el puño entre el gentío de la Gran Marcha; hacer exhibición de ingenio ante los micrófonos secretos de la policía; todas esas situaciones las he conocido y las he vivido yo mismo, sin embargo de ninguna de ellas surgió un personaje como el que soy yo, con mi curriculum vitae. Los personajes de mi novela son mis propias posibilidades que no se realizaron. Por eso los quiero por igual a todos y todos me producen el mismo pánico: cada uno de ellos ha atravesado una frontera por cuyas proximidades no hice más que pasar. Es precisamente esa frontera (la frontera tras la cual termina mi yo), la que me atrae. Es más allá de ella donde empieza el secreto por el que se interroga la novela. Una novela no es una confesión del autor, sino una investigación sobre lo que es la vida humana dentro de la trampa en que se ha convertido el mundo. Pero basta. Volvamos a Tomás.”



"Si escribiese una novela sobre la generación de aquella gente capaz y radical le pondría como título La persecución del acto perdido "





domingo, 9 de julio de 2023

Hume en imágenes digitales


 I may venture to affirm of the rest of mankind, that they are nothing but a bundle or collection of different perceptions, which succeed each other with an inconceivable rapidity, and are in a perpetual flux and movement.” (Hume. Treatise of Human Nature)



Imagen del texto generada por IA


Imagen de Hume generada por IA


martes, 4 de julio de 2023

domingo, 25 de junio de 2023

desesperanza

 


Matt Kenyon/The Guardian

jueves, 22 de junio de 2023

imágenes e inteligencia artificial

 





"What is specific to AI image generators is not the creation of the new, but rather their endless capacity to remix the history of art and imagery." (Kazys Varnelis en Lev Manovich. Facebook)


martes, 20 de junio de 2023