sábado, 26 de febrero de 2011

El hacedor (de Borges), Remake



Este es el mejor libro de AFM, una obra de madurez que pone en juego todos los recursos ya ensayados antes con éxito para lograr otra nueva meta: topografiar la ficción.



…yo creo mucho en las casualidades,
un escritor llamado Allen Ginsberg, en la Norteamérica
de los años 40 escribió la siguiente frase a la edad de
17 años, «seré un genio de una u otra clase, probablemente
en literatura», pero también dijo, «soy un chico perdido,
errante, en busca de la matriz del amor». (Nocilla Lab).

AHORA

"La lluvia
El tamaño de la gota oscila
entre 0,5 y 6, 35 mm. Su velocidad de caída
entre 8 y 32 km/h.
A medida que se precipita
va ganando masa al chocar inelásticamente
con otras gotas
no hay Desayuno con diamantes,
no hay Cólera de Dios,
no hay taxi drivers ni replicantes,
que sepan por qué la gota
nunca se hace infinitamente grande"


Más que un convencional transgresor al uso de académicos, AFM es un entrañable nadador errante que hace largos cruzando territorios de lenguaje apropiados momentáneamente.Si no infinitamente grande, la gota se vuelve indefinida en su goteo icónico de grano grueso al pasar por el agua de los otros.





Allí encontramos claves de otro remake matriz del libro. No se pongan de uñas, no es el enlace que da AFM, en esta ocasión juega al despiste. Pero es inconfundible.





Una de las constantes de la literatura de AFM son sus viajes en el tiempo para encontrar imágenes del espacio. Con frecuencia son lo que llamó Wenders, a propósito de Hopper, "imágenes en espera", las volvemos a ver y esperamos que suceda algo. Ésta da lugar a uno de los solos más hermosos en los vídeos:




Allí tienen lugar las mutaciones. Es una literatura que al expandirse se hace más intensa. Así ocurre con los vídeos Ragnarök, magnífico en el ritmo, y Susana Soca, original pendant de la literatura de aeropuertos. No logro ver aquí las aportaciones oscilantes de "el hombre con el iPhone de vídeo" ocupado en documentar un recorrido anodino al filo de la punta de sus zapatos, como en Un problema, demasiado conceptual.Tampoco ayuda la música, algo ratonera, de programa de ordenador. Sin embargo, me pareció admirable:



y éste



Llegados a este punto, me paro a pensar qué dirán los críticos del libro. AFM les ha echado el hueso literario del título, que trabajarán a conciencia. No queda otro remedio, especialmente en las revistas y suplementos literarios, donde pueden saludar, pero difícilmente acoger, la nueva literatura transmedia, la literatura de los falsos retornos. Es posible que aquí, como en otra obra anterior, título y portada vayan por su lado, que anuncien ya un remake de sí mismos.
Sigamos la pista del corazón.



Efectivamente, el libro es un remake, pero conociendo la trayectoria de AFM quizá no fuera demasiado aventurado suponer que se trata de un remake dentro de otro remake, y que no es el primero ni probablemente será el último; que, en este caso, todo es un pretexto para rehacer a su aire el protocolo que redactara Smithson de su recorrido por "Los monumentos de Passaic". Smithson, el alter ego: papeles, dibujos, vídeos, no lugares, la ruinas que se levantan en el cajón de arena, la entropía... El Google Earth como una de las bellas artes del Earth Art. Nada hay más entrópico que un samurai y su libro.



"....los límites de tu mundo son los límites de tu lenguaje" (Tractatus Logico-Philosophicus, L. Wittgenstein) (citado por AFG en p.152)

La topografía de la ficción alcanza aquí su meta en el falso retorno a la portada de Nocilla Lab.



Los autores son a veces pieles rojas duchos en borrar las propias huellas. Así AFM, cuando le preguntó un amigo el porqué de la portada. Respondió que no sabía, que era una ocurrencia. Pero también son expertos en desandar caminos, en falso retornos. Como éste a los acantilados de Lisca Bianca, a las ruinas que se levantan del rodaje de Antonioni de La aventura.Soberbio pensamiento en imágenes. No es casual y me parece que es uno de los aspectos pendientes a estudiar en su obra: después de Filmar America el retorno a Europa,vista ya con otros ojos, como los literatos y directores de los sixties. Sugiero a los vagos hermenéutas posmodernos que consideren también la posibilidad de ver a AFM como un clásico moderno, que lo es.
Al final del retorno, Mónica avanza hacia un AFM perdido (son las malas compañías) en las viñetas de la última parte de Nocilla Lab,ahora recuperado al encontrar entre los hierbajos de Lisca Bianca, y acariciar en su bolsillo, la Waterman con que Witt escribió el Tractatus: el mundo expandido en un lenguaje transmedia. Para celebrarlo, igual cae en la próxima el falso retorno a lo que queda de la casa Malaparte en Capri después de Le mépris.

viernes, 25 de febrero de 2011

martes, 22 de febrero de 2011

el arte de Gloria Lasso



Música de Mikis Theodorakis y poema de Rafael de Penagos

¿baja o alta cultura. No piquen.

sábado, 19 de febrero de 2011

miércoles, 16 de febrero de 2011

a qué llamo pensamiento en imágenes

a tratar de comprender (sin conceptos emocionales, filosofía) este mundo (tiempo, espacio) encontrando, produciendo, mezclando, imágenes, no leyéndolas (semiótica) ni imaginándolas (platonismo), sino experimentándolas (modernidad estética). El pensamiento en imágenes es el mapa de experiencias poliestéticas en un momento dado. Sólo eso.

sábado, 12 de febrero de 2011

martes, 8 de febrero de 2011