Hace tiempo que no me indigno al visitar ARCO, ni tampoco voy a ARCO para indignarme.
Se nos ha advertido que es sólo una feria, un mercado de arte, y que no se debe esperar otra cosa.
Ya, pero, al menos, deberían vender arte, se replica.
Cierto, pero es que hoy día, como todo, el mercado del Arte no es sino el arte del mercado.
Que consiste en asociar un valor añadido al producto. En este caso, que se vende algo más que arte.
Lo decía ayer el nuevo director del Reina Sofía: nos abre un mundo, nos ayuda a ver con otros ojos el mundo...
- Metafísico estáis - Es que no como.
Diálogo entre Babieca y Rocinante (El Quijote)
Nuestro problema es que - parafraseando a Paul Valéry- no logramos calmar la sed leyendo la etiqueta de una botella.
Esta edición de Arco, al parecer, ha pretendido redefinir su orientación. Su nueva directora ha dejado fuera a un gran número de galerias españolas, apostando por más galerías extranjeras de "primera linea". Se ha primado un criterio a favor de la calidad, más al estilo de una bienal que de una feria.
ResponderEliminarComo consecuencia, ahí están las respuestas de los rechazados, en forma de alternativas airadas: Art Madrid, Flecha,...
De todo ello se denota la irrelevancia del mundo del arte español. No sólo en el panorama internacional, sino en nuestro propio territorio.
Qué falla en nuestro país. Pienso que las infraestructuras de apoyo al arte, el manipulado sistema de ayudas, becas y subvenciones, la pandemia del amiguismo, el mafioseo y el compadreo, el ninguneo, en fin... para qué vamos a indignarnos. Seguimos siendo un país de talentos en fuga.
Estuve en Arco el pasado jueves. Me resultó muy curioso que coincidiera con la pasarela Cibeles. Pabellones paralelos. El arte como moda y la moda como arte. Mismos públicos para mismos espectáculos.
ResponderEliminarEs verdad, pero hay algo que permite una cierta esperanza respecto a la situación del arte contemporáneo, y es la reacción del público ilustrado, que no es lo mismo que experto. No hay un administrador único o distribuidor en exclusiva de los significados. A veces, su misión parece ser la de alejar al artista del público.
ResponderEliminarDicen que el arte se ha disuelto en experiencias estéticas, pero es su pobreza, junto al dudoso valor artístico, lo que predomina en estos supermercados del llamado arte.
Y, mientras tanto, se censura lo estético en nombre de una pudibunda moral, fuera de tiempo y de lugar, como señalabas, Tíscar, a propósito de Cranach. ¿ Es que no puede haber verdadero arte de y para ciudadanos en los espacios públicos?
Me confunde tu afirmación, José Luis, "se censura lo estético en nombre de una pudibunda moral". Es precisamente esteticismo lo que veo en estos espectáculos, pero un esteticismo circular, manierista, sin significado más allá del afán por abrir bocas en muecas de sorpresa, escándalo, indignación. Esa censura de lo estético, no será la censura de las modelos que no dan el peso.
ResponderEliminarUna nueva estética con significado nuevo, no la veo posible en el marco de la aceptación de este mundo.
En realidad, mi intención era expresarte el acuerdo con tu post sobre Cranach donde censurabas la retirada de una imagen por un proteccionismo mal entendido. No me refería a tus críticas a Arco.
ResponderEliminarSobre el esteticismo generalizado de este mundo del arte ya he opinado en "Arte y Estética" (materiales de este blog). El problema es que una nueva educación estética tiene que tener en cuenta este mundo, lo que hay, para a continuación hacer propuestas sobre lo que puede haber. No sobre lo que debería haber. La estética nos da conocimiento, pero no nos hace ejemplares, simplemente nos convierte en ciudadanos responsables. Como decía el clásico, la mala literatura está hecha con los buenos sentimientos.Y, me parece, que el debate en torno al arte debería plantearse en el terreno social de la responsabilidad ciudadana. Y esto tiene un carácter preético, prepolítico, es decir, estético.
Lo siento Fram, te he contestado creyendo que era Tíscar la autora del último comentario. Perdona.
ResponderEliminarAclarado el error.
ResponderEliminarDiscúlpame por no haber leído aún el material sobre "Arte y estética"; me actualizaré en breve.
De todas formas, me parece muy interesante tu afirmación de que "el problema es que una nueva educación estética tiene que tener en cuenta este mundo, lo que hay, para a continuación hacer propuestas sobre lo que puede haber. No sobre lo que debería haber."
Esa diferencia esencial entre lo que "puede" y lo que "debería" haber, abre una separación entre dos posicionamientos, que no sé si denominar "realista" y "moralista". Tengo la sensación de que si la belleza fue el tema de discusión del arte en los 90, la moral puede ser el de esta década.
Y en relación al tema del arte, las nuevas tecnologías y la ciencia, cito una pregunta de Jordi Pigem :
"[...], es posible una ciencia intuitiva, una ciencia en la que lo racional no esté reñido con lo intuitivo ni con lo sensual? ¿Una ciencia que en vez de intentar someter a la naturaleza nos ayude a integrarnos en ella? ¿Una ciencia que en vez de desencantar el mundo lo reencante, conmoviéndonos e inspirándonos como hacen las buenas obras de arte?"
"Ciencia, Arte y Medio Ambiente". Capítulo III, "Ciencia intuitiva: hacia la reconciliación entre Ciencia, Arte y Naturaleza".María Novo, coord. Coedición: CAM-Mundiprensa(2002)
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ResponderEliminarPor errores en la escritura me he autosuprimido. Lo que quería decir, Fram, es que la cita me parece muy oportuna, y que es así como veo yo el papel de la estética.
ResponderEliminarCelebro esa pequeña equivocación, que nos deja citas como ésta:
ResponderEliminar"El problema es que una nueva educación estética tiene que tener en cuenta este mundo, lo que hay, para a continuación hacer propuestas sobre lo que puede haber. No sobre lo que debería haber. La estética nos da conocimiento, pero no nos hace ejemplares, simplemente nos convierte en ciudadanos responsables".
A mí también me parece muy interesante la distinción entre "lo que hay" y "lo que puede haber" cuando nos afanamos tanto en lo contrario: "lo que hay" Vs. "lo que debe haber". Lo posible frente a lo normativo. La conciencia frente a la moral...
Muy interesante. Gracias.