“El vídeo de la artista japonesa afincada en Salamanca Kaoru Katayama, titulado Tecnocharro, ganó el premio Arco de la Comunidad de Madrid para jóvenes artistas. Esta pieza, realizada en 2004, muestra a miembros de los coros y danzas de Salamanca ataviados con los trajes regionales y bailando al ritmo que ponen en directo dos dj´s y se exhibe en la galería murciana T-20. Katayama (Himeji, Japón, 1966), explica que realizó esta performance como manera de representar de manera festiva las dificultades de integrar lo nuevo, en su caso ella misma, en una sociedad tradicional y conservadora como la salmantina” (Noticia aparecida en El País, 13-02-2006)
Seres con dificultades para integrarse en la sociedad charra.
...una vez más el hombre, quizás inspirado por llegar hacia la excelencia, tocar a lo divino, la primera amistad - confunde medio y fin. ¿Podrá todo su ingenio y arte, cual le ha servido para descerrar de la naturaleza sus segredos, escuchar la música que desde siempre en todo resuena? ¿Hasta cuándo ésta tradición de grudar en sí con cera las alas, cuales mejor habría de atar con la música, que en todo corazón, desde siempre resuena?...
ResponderEliminar(Gran abrazo Maestro Molinuevo, desde Salamanca - Francisco Carvalho)
Hola, José Luís,
ResponderEliminarSoy Pilar. Paso bastante por aquí, pero hasta ahora no le había dejado ningún comentario. A propósito de Kaoru, ¿ha visto el video que tiene en la exposición In_ter_va_los que está en Fonseca? Se lo recomiendo.
Por cierto, me apropié de una imagen/fotograma de su blog (de la película "El paraíso de las damas") espero que no le importe.
Nos vemos el día 14 en el Da2. Yo también participo en el encuentro.
Un saludo,
Pilar
Hola Pilar. Iré al Fonseca siguiendo tu consejo. No sólo no me importa, sino que es un placer compartir imágenes. Nos vemos el 14
ResponderEliminarJL
La performance se hizo, sin querer, dos años antes, en la calle.
ResponderEliminarAllá por 2002, con motivo del décimo aniversario de la desaparecida tienda de discos "Compac", situada en la Rúa Mayor, reunimos a los disc-jockeys de la ciudad. Montamos en la calle el escenario, de cara a la catedral, en la confluencia entre la Rúa y la Casa de las Conchas.
Rondando las 8 de la tarde un grupo de personas ataviadas con trajes regionales pasó casualmente cerca del evento.
Entonces, sonando techno, se pusieron -espontáneamente- a bailar una danza charra. Saltaban al ritmo de la música porque sí.
Algunos conocidos de Kaoru, entre los que me incluyo, estaban allí.
Ya no me acuerdo de más.
Espero que la anécdota os aporte algo.
Enhorabuena por el blog.
Gracias y un abrazo
ResponderEliminarJLM