martes, 7 de junio de 2022

(per)versiones del humanismo tecnológico (3)

 

Primero unas consideraciones generales y dejo para otro día la mención específica a España.

Aprovechando la pandemia los peligros parecen haberse multiplicado: la antítesis virtual/real finisecular se ha rejuvenecido con la próxima pérdida total de la presencialidad en la disolución on line; el control digital a través de nuestras pobres huellas de usuarios no deja escapatoria; el sin dios de las redes sociales es la ley de la selva; las grandes plataformas se lucran con nuestra sangre digital y monetaria dejando pálidas las distopías ciberpunk. Son minucias que el éxito de la vacunación haya combinado la presencialidad de admirables sanitarios con grandes bases de datos que hicieron posibles las llamadas y emisión de pasaportes digitales, que las redes sociales hayan paliado el encierro físico y mantenido la comunicación, que las biotecnologías hayan posibilitado en poco tiempo las vacunas…, El caso es quejarse. Sin embargo, tamaña ceguera en el pretendido humanismo llorica no es casual y da que pensar.

Forma parte de un contexto más amplio que pervierte el humanismo tecnológico cuando se apresta a defenderlo. La ignorancia del humanismo clásico y moderno (más allá de cuatro citas), la carencia de una teoría de las tecnologías ligada a su complejo uso en el presente, el sesgo en los análisis y la globalidad descalificatoria en las conclusiones arrojan serias dudas sobre la validez del método empleado: una crítica totalitaria de la totalidad. Es decir, antihumanista. No hay que confundirse cuando conceden que no todas las tecnologías son malas, que todavía puede haber remedio, que tiene que haber un pacto. No hay que confundirse, no están reviviendo el proyecto humanista e ilustrado de McLuhan de “pilotar” y “torcer” el signo de las tecnologías mediante el arte, creando nuevos entornos.

 Aunque, como veremos, se trata de una cuestión de estética política. Con una trampa lingüística que, no por repetida, es más evidente. Todo lo contrario.

 

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