viernes, 18 de julio de 2008

A vueltas con el terror

“-Usted generaliza, don Benito, y muy lúgubremente. Pero lo pasado, pasado está. ¿Por qué moralizar sobre ello? Olvídelo. Vea: el radiante sol ya todo lo ha olvidado, y también el cielo y el mar, tan azules; ellos ya han vuelto nuevas páginas.
-Porque no tienen memoria –replicó sin ánimo- porque no son humanos”.

miércoles, 16 de julio de 2008

sábado, 12 de julio de 2008

jueves, 10 de julio de 2008

Ex ciudadano



“Hay dos clases de gente: los que van a alguna parte y los que no van a ninguna.
Soy un ex ciudadano de ninguna parte, a veces echo de menos mi hogar”.

En la biblioteca



"- !Qué montón de libros!
¿Son todos diferentes?".

viernes, 4 de julio de 2008

El desprecio de sí mismo

“De un cuadro, se nos trasluce, puede hacerse por lo menos un doble uso: uno el que hacéis vosotros, a saber, copiar sus rasgos para aprender la técnica de la escritura pictórica; y otro, imbuyéndose de su espíritu, comenzar a inventar ya desde el principio. Y también aquella destreza técnica habría que abandonarla tan pronto como fuera posible trocándola por el arte mismo, cuya esencia consiste en invención regida por leyes propias. Pues la tarea,!rayos y centellas!, no estriba en que seáis otros, sino en que seáis vosotros mismos y en que plasméis mediante líneas y colores lo más propio y entrañable de vosotros mismos. ¿Cómo sóis capaces de despreciaros hasta el extremo de consentir en pasar por la tierra sin dejar huella alguna de vuestra existencia?; pues precisamente la existencia de espíritus tan magníficos como los que admiráis, en lugar de anonadaros, más bien debería despertar en vosotros el recto deseo de ser –a vuestra manera propia- sus iguales, y armaros con la fuerza alegre y osada necesaria para ello”. (Kleist. Carta de un joven poeta a un joven pintor)

lunes, 30 de junio de 2008

La ciudadanía digital



El día 8 de julio daré una conferencia en el curso del Escorial organizado por Rafa Casado. Su título es Cibercultura: los límites de las utopías digitales.

En ella voy a plantear una pregunta y aventurar una respuesta. La pregunta: ¿Es la ciudadanía digital una nueva utopía digital? La respuesta es afirmativa.

Esa respuesta obedece a la siguiente hipótesis de trabajo: En la actual distancia histórica podemos apreciar cómo las utopías digitales de los años 80 y 90, relativas a la existencia digital, obedecieron a las exigencias de un neoliberalismo económico, social y político. Sin todavía la suficiente perspectiva, se puede no obstante observar ya cómo la utopía de la ciudadanía digital responde a los intereses de la administración electrónica.

¿Queremos ir en la dirección de una sociedad administrada?

sábado, 28 de junio de 2008

Lecturas de textos

Cada vez más se anuncian como conferencias reales lo que son lecturas de textos virtuales. Incluso cuando se trata de las llamadas mesas redondas.

Más allá de cuestiones de inseguridad personal al hablar en público, del prurito de ser extremadamente precisos en la exposición de los pensamientos, de querer decir (casi) todo de lo mucho que se sabe en un corto espacio de tiempo, se observan otras causas y está ligadas al fenómeno de las nuevas tecnologías.

Una de ellas se refiere a la dificultad de una memoria sostenida, acostumbrados a la huella efímera de lo inmediato. La otra a la intención de escribir textos, no para ser leídos ante públicos reales, sino para ser colgados inmediatamente en un post virtual.

Ciertamente, no es lo mismo, y el público real desaparece al segundo folio, incapaz de seguir el ritmo de la lectura, mientras el autor va ensimismado a lo suyo.

¿Por qué no se distribuyen, al menos, los textos con el fin de que haya un intercambio de tiempos vitales durante la lectura?. Somos distintos y convivimos en el mismo espacio en una asimultanedad de tiempos.

No lo hacen para que su texto pueda ser leído en "tiempo real", el tiempo de todos y de nadie.

miércoles, 25 de junio de 2008

Villa Diodati



Cuando estudiaba filosofía en Alemania era un dicho corriente: si un latino se vuelve alemán, es doblemente germánico. Ignoro lo que pasa ahora. Lo que se ganaba (y no era poco) rellenando lagunas de idealismo, se pagaba al precio de convertir esas charcas en mediterráneos. En otros términos: llevando a cabo una lectura (neo)idealista de la Historia de la Filosofía.

Me pregunto qué hubiera pasado si, además de vivir entre 1795 y 1800 en Jena, por una extraña casualidad, se me concediera hacer una escapada a Villa Diodati en el verano de 1816, a ser posible la noche del 16 de junio. En ello estoy todavía. Por si acaso, ya miento menos cuando hablo de romanticismo.