martes, 4 de diciembre de 2012

el último servicio del intelectual


Si queda alguno, el último servicio que puede hacer el intelectual es callarse. No prestar atención a los esporádicos titulares en que se pregunta dónde está, se inquiere por su silencio y se reprocha su traición, la dejación de sus responsabilidades. Resistan, ya quedan pocos y queda menos todavía.

Recomiendo el visionado del vídeo en que Risto Mejide dialoga con Agustín Fernández Mallo sobre redes sociales. A preguntas de la ágil reportera con voz de pito el “inclasificable” (sic) responde que no tiene ni idea de lo que son las redes sociales, tampoco sabe muy por qué está allí, pero se ha construido un personaje, una marca y sabe venderse, y bien vale la pena averiguarlo. Agustín, con su habitual bonhomía, le observa con sonrisa de conejo.

Acostumbrados a las habituales soflamas del PPP (Patéticos Pensadores PRISA) esta declaración es, como suele decirse, un soplo de aire fresco. Quizá sea un jeta, pero al menos no engaña. Los autodenominados intelectuales tienen desarrollado ese apéndice porcino hasta extremos inimaginables: no abandonan ni con aceite hirviendo la primera persona al exponer algo y se ahogan en la autocita. Su vocación es llegar a ser tertulianos, a poder opinar sobre todo sin la menor preparación, pero con la máxima contundencia.

En este momento, en que el ciudadano padece más la incompetencia que la corrupción, uno siente nostalgia de la “barbarie del especialismo”. En una sociedad tan compleja no necesitamos a los intelectuales de antes con sus análisis y recetas simplistas. Tampoco a los cantamañanas de ahora. Necesitamos especialistas baaaárbaros (así, con acento argentino) que, al menos, sepan de lo que hablan. 

viernes, 30 de noviembre de 2012

lunes, 26 de noviembre de 2012

domingo, 18 de noviembre de 2012

día mundial de la filosofía



Como la lechuza de Minerva me he enterado del Día Mundial de la Filosofía 2012 cuando ya ha pasado el día.

 En un principio me ha sorprendido gratamente que dediquen también otro día a una especie en peligro de extinción con el lema "las generaciones futuras". Está bien sentirse especie protegida. Genera confianza, y lo estamos notando en la subida de las matrículas universitarias.

 El discurso de la directora general es alentador. Especialmente este párrafo:

 "Al celebrar el Día Mundial de la Filosofía, la UNESCO se propone reafirmar que la filosofía tiene el poder de cambiar el mundo, pues está dotada de esa capacidad de transformarnos, dando mayor peso a nuestras indignaciones ante la injusticia, más lucidez para formular las preguntas que incomodan, más convicción para defender la dignidad humana. Es la clave de un nuevo humanismo".

 Como filósofo estoy muy interesado desde hace años en un nuevo humanismo. Pero, ¿cuál? No es lo mismo uno que otro. Especialmente dada la tendencia de mis congéneres a dejarse morir, a la necrofilia.

 Me lo confirma el cartel anunciador del evento: una visita a un cementerio repleto de lápidas y bibliografía, naturalmente en papel.

 ¿Dónde están los problemas que preocupan a la gente y los nuevos medios para acercarnos a ellos, abordarlos y,sobre todo,proponer alternativas. Nos hacen falta menos Sócrates  de Halloween y más filósofos de su tiempo.

 De todas formas, he aumentado el pixelado del cartel, lo he hecho más borroso, por si  alguien de las generaciones futuras se acerca a mirar intrigado.... y pica. Lamento tener que usar esta estrategia de sucursal bancaria, pero si no llegamos a 20 nos cierran.

sábado, 17 de noviembre de 2012

jueves, 15 de noviembre de 2012

lunes, 12 de noviembre de 2012

la calma tras la guerra



Tomado de Die Welt, 12-11-2012

sábado, 10 de noviembre de 2012

viernes, 9 de noviembre de 2012

viernes, 2 de noviembre de 2012

lo eterno del arte comercial



“La modernidad es lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, cuya otra mitad es lo eterno lo inmutable”(Baudelaire)

“Estas afluencias (hacia la desdramatización de lo feo, hacia la nueva sacralización-mitologización del arte, hacia la semisecularización de lo bello) están unidas por el aparente abandono de la indisolubilidad del vínculo entre lo bello y lo feo como condición para cualquier juicio sobre la obra de arte. En cualquier caso, se ha relajado el resorte conceptual que mantenía en fuerte tensión estos conceptos, de suerte que parecen mezclarse y entrecruzarse sin tener ya fronteras conflictivas” (Remo Bodei).

jueves, 1 de noviembre de 2012

Prácticas artísticas e internet...

"Y si debemos reclamar como una propiedad prioritaria de la red del futuro la libre circulación del conocimiento, es ya una propiedad esencial de ésta hoy la libre circulación del sentimiento".

Muy recomendable este nuevo libro de Juan Martín Prada. Bien informado, con una argumentación siempre equilibrada y excelentemente escrito, supone un cambio y un avance respecto a sus libros anteriores. No hay mucho escrito sobre este tema y, desde luego, muy poco con la calidad de este libro.

miércoles, 24 de octubre de 2012

viernes, 19 de octubre de 2012

lunes, 15 de octubre de 2012

romanticismo negro

Samuel Colman, Vor dem Weltuntergang, 1837.

Leo en la prensa que hay en Frankfurt una macroexposición sobre el "Romanticismo oscuro". A la oportunidad de la misma se añade el que sea precisamente en Alemania, a la que se le suele identificar con el romanticismo luminoso, especialmente por su primer romanticismo.

Si el romanticismo luminoso es el alma de la publicidad, el negro lo es de nuestras distopías, en particular de las tecnológicas. Citan un frase de Baudelaire, el gran tardorromántico, es decir, moderno: "El romanticismo es una gracia, una gracia divina o infernal, que nos ha marcado con estigmas indelebles".

Esta mañana hablábamos en clase del lado oscuro de lo sublime, de los costes humanos en la publicidad y la propaganda política. Lo sublime es el diagnóstico de la catástrofe desde una distancia de seguridad. El cuadro de Colman, que no conocía, es un magnífico ejemplo de ello: hundimiento del mundo contemplado serena y (hasta cabe suponer) deliciosamente por un individuo que acodado sobre unos libros muestra una leyenda. Es de 1837, pero resulta extrañamente actual. Enciendo la radio, pongo la televisión y le veo y oigo: es un tertuliano. Diserta sobre lo mal que está el presente y que no hay futuro: el mundo se hunde a sus pies mientras pasa por caja.