jueves, 27 de diciembre de 2018

en el limbo/inframundo de la imagen 3










Lo que pesa no es el pasado que obstinan en olvidar mientras otros están empe-ñados en recordárselo: “but we don't know where we've been”. Tampoco la ausencia de futuro (las esforzadas historias de amor acaban mal) sino el peso del presente no transitivo. Lo característico de ese limbo o inframundo es que hay mucho movimiento (siempre los representan vagando) pero poca o ninguna acción. La trilogía (Barbara, Phoenix, Transit) son tres historias de amor, de querer amar y su imposibilidad misma porque no hay historia: faltan hechos y no hay acontecimientos. Es un amor sacrificio, de dar y no recibir, es el amor de la renuncia, de los supervivientes, fantasmas. Cuando se le pregunta a Paula Beer, la protagonista, por su película favorita recuerda Solo los amantes siguen vivos de Jarmush. En ese lugar entre paréntesis, no-lugar dirían los posmodernos, de espacios entrecortados tiene lugar esa estética de la renuncia, de intentar ser otro para poder dar cuando se lo han quitado todo. El limbo no es solo tránsito sino estar atrapado en un presente no transitivo de pasado que no pasa fluyendo hacia el futuro. Es el puerto como naufragio.

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