lunes, 24 de diciembre de 2007

¿A quién pertenece la belleza?



“Aquí está tu premio Labiche…algunas de las mejores pinturas del mundo…¿No te excita eso Labiche? Una pintura significa para ti lo mismo que un collar de perlas en un mono…Has ganado por pura suerte. No eres nada, Labiche…un simple pedazo de carne…las pinturas son mías…la belleza pertenece al hombre que la aprecia (pausa) Ahora, en este momento, no puedes decirme por qué has hecho lo que has hecho…”
John Frankenheimer. The train. 1964.

sábado, 22 de diciembre de 2007

La falta de una educación en la imagen

(Para Fram Ramírez,y ya que en tu post citas a Heidegger, que sea el inicio de "un diálogo pensante entre pensadores". Dos imágenes estéticamente muy potentes, y quizá bellas, de dos películas (a mi juicio) inmorales y reaccionarias, fáciles de localizar. La falta de criterio estético, de una educación en la imagen, hace que hasta los filósofos las pongan en las clases como ejemplo de educación ética (¿para la ciudadanía?), con la inestimable ayuda de la apelación a Kant. Sólo oyen los diálogos y no ven las imágenes. He aquí un ejemplo de confusión entre la belleza admirable y la belleza amable).



“Ahora bien, digo: lo bello es el símbolo del bien moral […] Pero como el gusto, en el fondo, es una facultad de juzgar la sensibilización de ideas morales[…] resulta que se ve claramente que la verdadera propedéutica para fundar el gusto es el desarrollo de ideas morales…” (Kant. Crítica del juicio, & 59 y 60).


miércoles, 19 de diciembre de 2007

La cultura visual


“La cultura visual no depende de las imágenes en sí mismas, sino de la tendencia moderna a plasmar en imágenes o visualizar la existencia” (p.23)
“La cultura visual es fruto del encuentro de la modernidad con la vida cotidiana” (p.102).

EL OBJETO QUE MIRA PARA SER MIRADO


August Macke. El negocio de modas. 1913.

EL ENCUENTRO ENTRE DOS MIRADAS



INSTRUCCIONES PARA PINTAR LA GRAN CIUDAD (L. Meidner, 1914)
“Debemos comenzar, finalmente, a pintar el lugar donde hemos nacido, la gran ciudad, a la que amamos con amor infinito. Nuestras manos febriles deberían trazar sobre telas innumerables, grandes como frescos, toda la magnificencia y la extrañeza, toda la monstruosidad y lo dramático de las avenidas, estaciones, fábricas y torres” [...]
Pintemos lo que está cerca de nosotros, nuestro mundo urbano...., las calles tumultuosas, la elegancia de los puentes colgantes de hierro, los gasómetros, que cuelgan entre blancas montañas de nubes, el colorido excitante de los autobuses y de las locomotoras de trenes rápidos, los hilos ondeantes de los teléfonos (¿no son como un canto?), las arlequinadas de las columnas publicitarias y por último la noche..., la noche de la gran ciudad”.


Georg Grosz. Metrópolis, 1916-17

domingo, 16 de diciembre de 2007

Los otros avatares



“Mi propio yo era objeto cruel de un destino caprichoso [...] ¡Yo mismo me desconocía! [...] Soy lo que parezco, y no parezco lo que soy: ¡Para mí mismo soy un enigma indescifrable, y mi yo está escindido!”. E.T.A. Hoffmann. Los elixires del diablo. Trad., de Carmen Bravo-Villasante. José J. De Olañeta, Editor, Palma de Mallorca, 1995, p. 69.

viernes, 14 de diciembre de 2007