jueves, 18 de agosto de 2011

jueves, 11 de agosto de 2011

interior metafísico sin y con bizcochos




La vida líquida se estanca, fuertes ruidos que se creían extinguidos vuelven a resonar en los diversos continentes, la superficie de las creencias comienza a cuartearse, y la mirada se dirige inquieta hacia abajo. Es la hora de la metafísica: ¿mal radical y/o bizcochos?

Ya no parecen necesitarse genios en macropreguntas sino obreros de microrespuestas.

Desde los tiempos de la caverna platónica el auténtico filósofo renunciaba a su vida para iluminar a los otros, que no se lo habían pedido. Hoy día se le demanda un último servicio en pro de la comunidad: que renuncie a su obra, y se vaya.



viernes, 5 de agosto de 2011

martes, 2 de agosto de 2011

definición de escritura nómada

Poluciones aforísticas del AVE

Esto ya es otra COSA

domingo, 31 de julio de 2011

!Más Punset y menos Platón, don Mario!

En la cruzada contra las nuevas tecnologías que el diario El Pais ha emprendido, en general, de un tiempo a esta parte, y dentro de la promoción del libro de Carr, en particular, nos ofrece este domingo una doble entrega.
A la primera dedica su habitual sábana Vargas Llosa con el título Más información, menos conocimiento. Después de unas ponderadas consideraciones atrabiliarias sobre el tema cierra con esta perla:


"Tal vez haya exageraciones en el libro de Nicholas Carr, como ocurre siempre con los argumentos que defienden tesis controvertidas. Yo carezco de los conocimientos neurológicos y de informática para juzgar hasta qué punto son confiables las pruebas y experimentos científicos que describe en su libro. Pero éste me da la impresión de ser riguroso y sensato, un llamado de atención que -para qué engañarnos- no será escuchado. Lo que significa, si él tiene razón, que la robotización de una humanidad organizada en función de la "inteligencia artificial" es imparable. A menos, claro, que un cataclismo nuclear, por obra de un accidente o una acción terrorista, nos regrese a las cavernas. Habría que empezar de nuevo, entonces, y a ver si esta segunda vez lo hacemos mejor".

¿Estará hablando de la SGAE?

La segunda entrega, firmada por Emilio de Benito, ocupa el cuadernillo central y sirve, como en otras ocasiones, noticias recalentadas, esta vez con una novedad añadida (previa consulta a destacados neurólogos) que, al menos yo, jamás había oído: el cerebro es plástico.

PS. De esto último puedo dar testimonio sentado en mi silla en este círculo americano de drogodigitales. Por edad pertenezco, no ya a la generación de inmigrantes, sino de exiliados digitales. Pero, gracias a los inútiles cursillos que promueven los vicerrectorados para puntuar en innovación, he adquirido algunas destrezas digitales.Por mi trabajo a favor de una educación en la imagen (sin pedagogos) necesito una gran cantidad de ellas, que amablemente me suministra internet. Descuide, don Mario, no es por el vicio de la información, es que me dedico a estéticas cognitivas, no a las fitness, de la belleza.
Ahora mismo, estoy leyendo el (creo que) último libro de Damasio Self Comes to Mind. Me he encontrado con unas citas muy interesantes de otro libro, ya antiguo, de Rodolfo Llinás, i of the vortex. From neurons to Self,que pienso aprovechar para otro futuro ebook gratuito, y me lo he bajado en un periquete de la red. !Dios bendiga a este instrumento de Ilustración! Como no tengo ninguno de esos chollos que encuentra Don Mario para resumírmelo, me esperan días de trabajo en agosto.

Ciertamente, el cerebro es plástico, ¿hasta dónde?. Merece la pena averiguarlo. Tengo echado el ojo a unos cursillos que organiza el INSERSO en Marbella para mejorar la calidad de nuestras descargas. Espero llegar a tiempo de matricularme.

sábado, 30 de julio de 2011

Las cloacas de los paisajes Friedrich







"En lugar de atraer al mundo a nuestra postura, nosotros nos hemos unido al mundo".

martes, 26 de julio de 2011

Kant y las neurociencias

Al leer esto:

"Por de pronto, algo parece evidente. Las neurociencias actuales ya nos indican que el cerebro (nosotros mismos)no tiene acceso directo a cuanto acontece en el mundo externo a menos que estos eventos del mundo sean traducidos por los órganos de los sentidos. Nuestros órganos de los sentidos (la retina para la visión, el órgano de Corti para la audición, los receptores para el tacto, el gusto y el olfato) son sensores que traducen los sucesos que ocurren "ahí afuera" en procesos que suceden "dentro", en el cerebro. Es decir, diferentes tipos de energías del medio ambiente (como, por ejemplo, ondas electromagnéticas en el caso de la visión, ondas de presión en el caso de la audición, deformación mecánica de nuestra piel en el caso del tacto o moléculas químicas que lleva el aire en el olfato) revelan "cosas del mundo". Esas "cosas" convenientemente traducidas por los receptores sensoriales a un lenguaje simbólico, que sólo entiende el cerebro, permite que éste elabore y construya en un proceso, tan maravilloso como todavía enigmático, "ese mundo" cotidiano que nosotros creemos y aceptamos como real" Francisco Mora. Cómo funciona el cerebro. Alianza Editorial, Madrid, 2009, p. 107)

Me he acordado de esto:

"Un objeto de la experiencia o una imagen suya quedan todavía más lejos de alcanzar el concepto empírico: éste se refiere siempre inmediatamente al esquema de la imaginación como a una regla que determina nuestra intuición de acuerdo con cierto concepto universal. El concepto de perro significa una regla conforme a la cual mi imaginación es capaz de dibujar la figura de un animal cuadrúpedo en general, sin estar limitada ni a una figura particular que me ofrezca la experiencia ni a cualquier posible imagen que pueda representar en concreto. En relación con los fenómenos y con la mera forma de éstos, el esquematismo del entendimiento constituye un arte oculto en lo profundo del alma humana. El verdadero funcionamiento de este arte difícilmente dejará la naturaleza que lo conozcamos y difícilmente lo pondremos al descubierto".(Kant. Crítica de la razón pura. En la traducción de Ribas, p.130.

La clave del conocimiento está en un proceso del cerebro "tan maravilloso como todavía enigmático" o en "un arte oculto en lo profundo del alma humana", ambos desconocidos. El esquematismo trascendental es el epígrafe más importante de la Crítica de la razón pura, a juicio de aquellos que propiciaron (caso Heidegger) una interpretación existencial, frente a la científica neokantiana, de la obra. Sin esquematismo no hay síntesis, ni juicios sintéticos a priori ni, por tanto, conocimiento. Y todo parece ser obra (al menos en la edición A) de la imaginación trascendental.
El epígrafe es, también, una piedra de toque para la posibilidad de un pensamiento en imágenes. El problema es que la imagen solo sirve aquí para la sensibilización conceptual a través del esquema. Es decir, todo lo contrario de una estética cognitiva del pensamiento en imágenes.
La dificultad se agrava en este caso porque Kant rechaza un fundamentación fisiológica y psicológica del conocimiento a favor de una trascendental, a diferencia de lo que ocurrió con Locke y y Hume, que sí la admiten.

Lo que no acabo de entender (bien es cierto que sé muy poco de ello) es por qué las neurociencias emplean planteamientos y terminología trascendentales de filosofia (algunas obsoletas) para lo que se supone deberían ser análisis y explicaciones biológicas avanzadas.¿Por qué no elaboran su propia terminología surgida de la práctica científica? Me parece que las ventajas serían enormes, al menos se evitarían muchas confusiones.