viernes, 17 de abril de 2009

Arte y Cultura


"¿No puedes intentar ser plástico sin dar un rodeo por la cultura?"
(Handke. Ensayo sobre el cansancio)
La pregunta me da vueltas. No consigo ver a Cézanne con la capa (caspa) hermenéutica del XX velando la montaña. El de la boina es uno de los máximos representantes. En realidad, no hablan de lo que ha hecho y quería hacer Cézanne sino !maravillosa coincidencia! de lo que querían hacer ellos y al parecer ha hecho ya Cézanne. ¿Es esto inevitable? ¿Tiene que cargar el arte con las hipotecas del pensamiento?

7 comentarios:

  1. Interesante cuestión, José Luis, ahora que gran parte del arte contemporáneo pasa por formalizarse en paneles infinitos de texto farragoso, más texto impreso en múltiples formatos, verborrea incontenible (la filología sin fin que dijo Nietzsche); y los artistas escriben libros antes de entrar en el estudio y les preguntan a los pensadores que deben hacer.

    Contra el discurso de las razones, el discurso de las formas. Sin que esto signifique que la formación intelectual del artista no sea positiva en muchos sentidos, pero como la sal, tanta cultura y teoría no pueden ser excesivas.

    ResponderEliminar
  2. Pues parece ser que sí, que es inevitable.
    Hace un par de fines de semana visité la exposición de Cai Guo Qiang en el Guggenheim - muy recomendable, por cierto - y precisamente una pretensión del artista - frustrada por el gobierno francés, por supuesto - consistía en simbolizar la unión de la cultura occidental y la oriental en la mítica montaña prendiéndole fuego a una inmensa traca en forma de dragón.
    Una lástima que no se lo dejaran hacer...

    ResponderEliminar
  3. O, puestos en harina, quizás el Pensamiento sea la Gran Plástica del siglo XXI o XXII ( O del 630 despues de Ford). En los bordes de la Telepatía....

    El espectador y el artista (en orden aleatorio) se meten en el interior de una esfera parmenídea de cualquier nuevo material del 630 d.F. y piensan en lo precario de su existencia y/o se ahogan. El esteta (o el filósofo del arte), mientras tanto, en otra instalación, se pasea con el de la boina y se deja pensar - al modo Friedrich - con neo-ojos-reflexivos por los turistas-artistas.

    ResponderEliminar
  4. O, puestos en faena, el Pensamiento tuvo su Gran Plástica con los griegos y su "Música de las Esferas", para mí, la obra de arte conceptual definitiva.

    Solo que no disponían de las nuevas tecnologías.

    ResponderEliminar
  5. Amigos, me han informado que hay un ciclo muy interesante de escultura en el Museo Reina Sofía, comenzó la semana pasada y continuará hasta junio, parece una oportunidad de conocer mejor la evolución de la escultura contemporánea, Celestino

    ResponderEliminar
  6. Según Joachim Gasquet, Cézanne afirmaba que los pintures se apoderaban de fragmentos de la naturaleza y los volvian "absolutamente pintura". A mi me surge la pregunta de si acaso las manías de Heidegger y compañia no vienen a cuento de esto precisamente... "Intentábamos recapacitar acerca de la guerra de aniquilación [...]y el tratamiento que le dio Homero para comprender cómo acabaron los griegos con el elemento aniquilador de la violencia que destruye el mundo y lo político. Es como si hubieran separado la lucha, sin la que ni Aquiles ni Héctor hubieran podido hacer realmente acto de presencia y demostrar quiénes eran, de lo guerrero militar en que anida originariamente la violencia, haciendo así de la lucha una parte integrante de la polis [...] eran sus obras, no la actividad de que éstas surgieron, lo que formaba parte a su vez de la polis y lo político- igual que las estatuas de Fidias y otros artistas pertenecían necesariamente al contenido tangible del mundo, de lo político y lo público, mientras que sus autores a causa de su profesión no eran considerados ciudadanos libres e iguales." (Hanna Arendt, ¿Qué es la política?)

    ResponderEliminar
  7. El arte siempre es una negociación del artista con la sociedad. Llegábamos a un acuerdo para definir que era arte en ese momento y así disfrutarlo entre todos (productores-receptores). No es culpa nuestra que la hermenéutica haya cegado la realidad y la obra. Por suerte sus herramientas ya no sirven para gran cosa. Culpa nuestra fue permitir que desde mediados del siglo XIX esa negociación, ese hacer público nuestro pensamiento de las formas, fuese realizado por pensadores, historiadores y críticos (nunca he sabido muy bien que significa ser "crítico de arte" siempre me ha parecido un trabajo muy similar al de periodista deportivo...)Pero nosotros somos traidores de clase, o traidores sin más, y nuestros principios siempre han sido marxistas (los del gran Groucho, claro). Así que ahora no nos hecheis las culpas a nosotros, toda esta moralla la hemos armado entre todos. Principalmente el pesao de la boina y sus amiguetes de farra.

    ResponderEliminar