Los medios y el advertising han contribuído enormemente al proceso de estetización de la realidad, proceso dirigido capciosa e interesadamente por los "centros" del espectáculo. La cuestión de fondo es que ningún anuncio vende ningún producto, ni siquiera una imagen estética "ejemplar" para la masa. (Todo esto es circunstancial). Es la masa el producto que las televisiones venden a los anunciantes. ("Te vendo X millones de espectadores en tal franja horaria por x € los 15 segundos").
Es cierto lo que dices, Fram. No sólo la TV es anuncio. Los hombres y mujeres somos anuncio. Las grandes marcas comerciales - cuanto más glamurosas más evidente- ya no venden productos. Venden SU marca -siglas inmensas por todas partes, anagramas, logos, etc - . Deberían pagarnos por ello y no al revés ¿no?
Me gusta lo que dices, Logiciel, es verdad que las marcas están llegando a un punto en que más que aspirar a vender sus productos, aspiran a que las convirtamos en señas de identidad, religión o aspiraciones profundas diversas. Yo, la verdad, prefiero que me vendan un producto sin más. Para delirios de grandeza, ya tengo los míos propios y prefiero no creer que soy más alta o más delgada con según qué calzado o ropa. Aunque bueno, es fácil decirlo, más difícil es quedarse al margen (si es que se puede) del marketing...
con la desaparición del
ResponderEliminaranuncio comercial(publicitario)
será aún más clamoroso el
otro, el idiológico-político.
No habrá antagonismo formal.
... y buena parte de lo que vemos, de lo que leemos, de lo que escuchamos...
ResponderEliminarLos medios y el advertising han contribuído enormemente al proceso de estetización de la realidad, proceso dirigido capciosa e interesadamente por los "centros" del espectáculo. La cuestión de fondo es que ningún anuncio vende ningún producto, ni siquiera una imagen estética "ejemplar" para la masa. (Todo esto es circunstancial). Es la masa el producto que las televisiones venden a los anunciantes. ("Te vendo X millones de espectadores en tal franja horaria por x € los 15 segundos").
ResponderEliminarEs cierto lo que dices, Fram.
ResponderEliminarNo sólo la TV es anuncio. Los hombres y mujeres somos anuncio. Las grandes marcas comerciales - cuanto más glamurosas más evidente- ya no venden productos. Venden SU marca -siglas inmensas por todas partes, anagramas, logos, etc - . Deberían pagarnos por ello y no al revés ¿no?
Me gusta lo que dices, Logiciel, es verdad que las marcas están llegando a un punto en que más que aspirar a vender sus productos, aspiran a que las convirtamos en señas de identidad, religión o aspiraciones profundas diversas. Yo, la verdad, prefiero que me vendan un producto sin más. Para delirios de grandeza, ya tengo los míos propios y prefiero no creer que soy más alta o más delgada con según qué calzado o ropa. Aunque bueno, es fácil decirlo, más difícil es quedarse al margen (si es que se puede) del marketing...
ResponderEliminar¿de dónde son esas imágenes?
ResponderEliminarSaludos.