Sólo han pasado 9 años pero son un abismo en el tratamiento de la estética de las nuevas tecnologías. Más que las teorías, estas dos películas saben marcar las diferencias, a favor de la segunda, a pesar de las intenciones edificantes de la primera. Una gratísima sorpresa, pero no aislada, como puede verse en algunas series. Algo está cambiando y, por primera vez, tengo la sensación de que el siglo XXI está encontrando sus propias imágenes como las encontró en sus comienzos el XX. No son nada del otro mundo, pero precisamente porque son de este mundo.
para retratistas de este nuevo siglo yo propongo a David Simon y a Jody Hill. dos caras de la misma moneda (the corner y eastbound and down): el antiglamour...
ResponderEliminarSyM
¿Abismos?...
ResponderEliminarAbismos.
Señor Molinuevo. ¡La ha visto ya! Menudo estudio de personaje.
ResponderEliminarMenudo tema este de la red, no podemos escapar de él. Creemos en que gracias a estas redes podemos generar proyectos artísticos participativos, abiertos, transparentes! Estamos organizando expo en Madrid en torno a la red y a la web 2.0, queréis formar parte de este rizoma?
ResponderEliminarLa película está bastante bien. Igual se pasaron "suavizando" al protagonista por temor a (demandas, supongo), pero hay mucha chicha ahí. Como dices, José Luis, mucha chicha sobre nuestro mundo, el de aquí y ahora, el de la primera década del XXI. La película, aunque cuenta de hace unos años, parece como del futuro inmediato, es una extraña sensación que tuve viéndola. Supongo que eso significa que es rabiosamente moderna, o sea, 100% de su presente.
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