domingo, 20 de octubre de 2024

El juicio de Eichmann 4

 


Ese camino es el que siguen en otro documental que lleva por título La confesión del diablo: las cintas perdidas de Eichmann, de Yariv Mozer, 2022. La relevancia de este consiste en el papel que juegan las cintas en el juicio. Se trata de las grabaciones de las entrevistas que le hizo en Buenos Aires el periodista nazi holandés Willen Sassen. Un personaje controvertido sobre el que se pronuncia en el documental su hija Saskia Sassen, eminente socióloga, bien conocida en España. Pensaba el padre escribir un libro con ello evaluando como posible título “El contable de la muerte”. Más tarde, fue acusado de traidor por los nazis al haber vendido y publicado parte de las transcripciones.

Fueron muchas horas de grabación, recibiendo correcciones manuscritas de Eichmann las transcripciones. En el documental pueden oírse fragmentos de estas. No así en el juicio. Hausner se hizo con las transcripciones, sin aclarar el medio, pero no con las grabaciones. De ahí que, al negar Eichmann la exactitud de ellas y pedir reiteradamente las cintas para compararlas, el tribunal las rechazara como prueba, excepto las que llevaban anotaciones manuscritas suyas. Tampoco aceptó los fragmentos publicados por la revista Life. Gracias a ello Eichmann pudo seguir manteniendo su imagen gris de encargado del transporte, pero no de la decisión sobre el destino de los judíos.

En las cintas aparece otro Eichmann, que intenta por todos los medios reivindicar su papel decisivo en el Holocausto, despreciando a otros nazis arrepentidos o que eludían sus responsabilidades: “No me arrepiento de nada”, concluía. Más aún, se oye: “Si hubiera matado a 10.3 millones de judíos, diría con satisfacción, bien, destruimos a enemigo, y habríamos completado nuestra misión”. Escasez de tiempo lamenta y, sobre todo, falta de competencia de sus superiores, a los que tuvo que desobedecer a veces, y tomar iniciativas por cuenta propia en aras de la mayor eficacia. Eichmann se estaba desquitando en estas grabaciones de su humillación en Buenos Aires, encadenando trabajos insignificantes y pasando estrecheces económicas, sometido a un anonimato al que no estaba acostumbrado dado su papel de alto oficial de las SS en el pasado, con poder de vida y muerte sobre otros, según testimonios de las víctimas.

¿Por qué no llegaron estas cintas demoledoras al juicio privando a Hausner de una prueba definitiva?


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