martes, 22 de marzo de 2011
novedad: Guía de complejos. Estética de teleseries
Ya se puede descargar gratuitamente Guía de complejos. Estética de teleseries.
Como siempre, gracias a Carlos Rodríguez Gordo por la edición y a Jara Calles por la revisión.
domingo, 20 de marzo de 2011
innovación tecnológica, rutina educativa
La innovación educativa es más una cuestión de actitud que de aptitud, de talante que de habilidades. Para innovar hay que ser innovador. Si no me equivoco, y por advertencias que leo de Tíscar Lara, Piscitelli y Juan Freire, se percibe ahora una marea involucionista en educación (a la que no son ajenos los pedagogos) que consiste en la recomendación del uso masivo de las tecnologías para conseguir objetivos desfasados. Algo así como el proyecto Lampedusa en innovación educativa: todo tiene que cambiar para que todo siga igual.Solo que con más burrocracia. Tiene una contrapartida buena: quienes fueron pioneros en la innovación tecnológica vuelven a proponer ahora nuevos objetivos. Es ilusionante.
sábado, 19 de marzo de 2011
imágenes de la ambigüedad
Es difícil ver buenos cierres de temporada en teleseries, pero el 2.16 de The good wife me parece excelente. Siento no haberle podido incorporar al mini e-book que voy a colgar, porque es una síntesis perfecta del mismo: una guía de complejos a través de las imágenes de la ambigüedad en teleseries. Y, además, cuando sale Kalinda...pocas veces hay tanta intensidad ambigua en la mirada inexpresiva hacia adentro.
viernes, 18 de marzo de 2011
arte y ciudadanía: educación en estéticas protésicas
Elegir subtítulos.
Este vídeo es una joya para el tema de "arte y educación". Introduce el sentido común ciudadano en los extremos enrarecidos que van de las tecnologías como prótesis del cuerpo en la teoría hasta el cuerpo como prótesis de las tecnologías en los imaginarios.No tiene desperdicio.
Tomado de
http://www.ted.com/talks/lang/spa/aimee_mullins_prosthetic_aesthetics.html
miércoles, 16 de marzo de 2011
sábado, 12 de marzo de 2011
La Universidad de Florentino Pérez
Causa pasmo, no exento de tristeza, la lectura del artículo que dos especímenes, en la cumbre de su carrera universitaria e investigadora, publican hoy en El País.
"O se compite por ser el primero o se renuncia totalmente a la investigación y, en general, a la creación de obras originales, conformándose con estudiar (y comprar) lo que otros han creado. Nosotros estamos seguros de que los "fichajes-estrella" y los "equipos galácticos" tendrían un impacto tremendamente positivo académico, social y económico".
Este tipo de diagnósticos y recetas, a medio camino entre la charla de bienvenida a novatos universitarios, motivaciones de concejal ante sus primeras elecciones, y elucubraciones de tertulianos en torno a unas cañas, acompañadas de ingesta abusiva de patatas bravas, bien cargadas de alioli, mezclando los avatares del "furbo" y los males universitarios, no deja de sorprender. Así que las universidades están mal, no salen en el primer puesto del ranking mundial,no ganan al Barcelona, pues entonces !importemos galácticos!!Será por dinero!.
Lo peor viene al final:
"No podemos dejar que nuestro barco se hunda porque no nos contrataron para achicar agua. Y el mundo no se va a parar para dejarnos bajar".
Es decir, amenazan con seguir.
Recuerdo un viejo chiste en que un fámulo le aseguraba a un desgraciado que no se preocupara por lo suyo, que el ministro ya estaba en ello. - Eso me temo, le contestaba el infeliz, pero lúcido, damnificado.
"O se compite por ser el primero o se renuncia totalmente a la investigación y, en general, a la creación de obras originales, conformándose con estudiar (y comprar) lo que otros han creado. Nosotros estamos seguros de que los "fichajes-estrella" y los "equipos galácticos" tendrían un impacto tremendamente positivo académico, social y económico".
Este tipo de diagnósticos y recetas, a medio camino entre la charla de bienvenida a novatos universitarios, motivaciones de concejal ante sus primeras elecciones, y elucubraciones de tertulianos en torno a unas cañas, acompañadas de ingesta abusiva de patatas bravas, bien cargadas de alioli, mezclando los avatares del "furbo" y los males universitarios, no deja de sorprender. Así que las universidades están mal, no salen en el primer puesto del ranking mundial,no ganan al Barcelona, pues entonces !importemos galácticos!!Será por dinero!.
Lo peor viene al final:
"No podemos dejar que nuestro barco se hunda porque no nos contrataron para achicar agua. Y el mundo no se va a parar para dejarnos bajar".
Es decir, amenazan con seguir.
Recuerdo un viejo chiste en que un fámulo le aseguraba a un desgraciado que no se preocupara por lo suyo, que el ministro ya estaba en ello. - Eso me temo, le contestaba el infeliz, pero lúcido, damnificado.
jueves, 10 de marzo de 2011
anuncio
Dentro de unos días colgaré, para su descarga gratuita, mi nuevo e-book Guía de complejos. Estética de teleseries.
ÍNDICE.
1. GUÍA DE COMPLEJOS.
-De la perplejidad a la complejidad.
-La ambigüedad de lo cotidiano.
-Dos modelos educativos.
-Del cine de culto a las series de culto.
2. IMÁGENES, NO SÍMBOLOS.
-Imágenes, no símbolos. Mad men.
-El asesinato como una de las bellas artes. Dexter.
-Discursos icónicos contrapuestos sobre la violencia estetizada.
3. LA GUERRA ICÓNICA.
- La guerra icónica. Generation Kill.
- Guerra plutónica.
- El humanismo de la indignidad humana. Battlestar Galactica 2003.
- De la identidad a la supervivencia.
4. LA DELGADA LÍNEA.
-La delgada línea.
-El nuevo héroe: un adicto a sí mismo.
-La estética The Wire.
-Don Quijote de Albuquerque. Breaking bad.
-La alegría de los naufragios. Treme.
5. CONTINUARÁ.
domingo, 6 de marzo de 2011
artes visuales, ¿futuro pasado?
Los anacronismos se reproducen, y así los "estudios visuales" con las "artes visuales". Su mejor destino, y secreta esperanza, es convertirse en una denominación administrativa susceptible de recibir y gestionar subvenciones oficiales, y/ o ejercer un nuevo mandarinato en departamentos universitarios de Historia del Arte y Bellas Artes. Si la relación entre Artes y Tecnologías está dando lugar a creaciones transmedia, aquí todavía se postulan paradigmas obsoletos del "homo videns", en un claro reduccionismo de las nuevas tecnologías poliestéticas del cuerpo. Son resabios de idealismo trufados de neobarroco. Las prácticas van por delante de la teoría, y a veces cuando se detallan los contenidos de esas "artes visuales" llama la atención precisamente eso, que la parte no sirve para caracterizar al todo. Igualmente, cuando se escriben libros sobre la imagen se montan teorías imposibles sobre la imagen en singular, sin atender a la pluralidad de imágenes. Menos literaturizar al Arte, y más concebir a la Literatura como una de las Bellas Artes. Todos saldrían beneficiados.
miércoles, 2 de marzo de 2011
obsoleto: cultura de masas.
Si antes había en lo moderno una antinomia entre individuo y masa, lo característico de lo posmoderno es haberlos fusionado en el individualismo de masas. No se podía mantener la diferencia, pero la confusión imposibilita un pensamiento de la complejidad, necesario para entender las sociedades actuales en las que estamos. En el ámbito de la cultura, esto se pone de manifiesto al borrarse las fronteras entre cultura e industria cultural, uno de cuyos efectos colaterales es, por ejemplo, la discusión en torno a la ley Sinde.
El mercado es tecnorromántico, basado en tecnologías del yo, propias del individualismo de masas, y los gestores culturales se debaten entre el marketing de lo simple (espectáculo, turismo cultural, supermercados de trascendencia), y el intento de una gestión de lo complejo, como es propiciar una creación y reflexión ciudadanas. No lo tienen fácil.
El mercado es tecnorromántico, basado en tecnologías del yo, propias del individualismo de masas, y los gestores culturales se debaten entre el marketing de lo simple (espectáculo, turismo cultural, supermercados de trascendencia), y el intento de una gestión de lo complejo, como es propiciar una creación y reflexión ciudadanas. No lo tienen fácil.
sábado, 26 de febrero de 2011
El hacedor (de Borges), Remake
Este es el mejor libro de AFM, una obra de madurez que pone en juego todos los recursos ya ensayados antes con éxito para lograr otra nueva meta: topografiar la ficción.
…yo creo mucho en las casualidades,
un escritor llamado Allen Ginsberg, en la Norteamérica
de los años 40 escribió la siguiente frase a la edad de
17 años, «seré un genio de una u otra clase, probablemente
en literatura», pero también dijo, «soy un chico perdido,
errante, en busca de la matriz del amor». (Nocilla Lab).
AHORA
"La lluvia
El tamaño de la gota oscila
entre 0,5 y 6, 35 mm. Su velocidad de caída
entre 8 y 32 km/h.
A medida que se precipita
va ganando masa al chocar inelásticamente
con otras gotas
no hay Desayuno con diamantes,
no hay Cólera de Dios,
no hay taxi drivers ni replicantes,
que sepan por qué la gota
nunca se hace infinitamente grande"
Más que un convencional transgresor al uso de académicos, AFM es un entrañable nadador errante que hace largos cruzando territorios de lenguaje apropiados momentáneamente.Si no infinitamente grande, la gota se vuelve indefinida en su goteo icónico de grano grueso al pasar por el agua de los otros.
Allí encontramos claves de otro remake matriz del libro. No se pongan de uñas, no es el enlace que da AFM, en esta ocasión juega al despiste. Pero es inconfundible.
Una de las constantes de la literatura de AFM son sus viajes en el tiempo para encontrar imágenes del espacio. Con frecuencia son lo que llamó Wenders, a propósito de Hopper, "imágenes en espera", las volvemos a ver y esperamos que suceda algo. Ésta da lugar a uno de los solos más hermosos en los vídeos:
Allí tienen lugar las mutaciones. Es una literatura que al expandirse se hace más intensa. Así ocurre con los vídeos Ragnarök, magnífico en el ritmo, y Susana Soca, original pendant de la literatura de aeropuertos. No logro ver aquí las aportaciones oscilantes de "el hombre con el iPhone de vídeo" ocupado en documentar un recorrido anodino al filo de la punta de sus zapatos, como en Un problema, demasiado conceptual.Tampoco ayuda la música, algo ratonera, de programa de ordenador. Sin embargo, me pareció admirable:
y éste
Llegados a este punto, me paro a pensar qué dirán los críticos del libro. AFM les ha echado el hueso literario del título, que trabajarán a conciencia. No queda otro remedio, especialmente en las revistas y suplementos literarios, donde pueden saludar, pero difícilmente acoger, la nueva literatura transmedia, la literatura de los falsos retornos. Es posible que aquí, como en otra obra anterior, título y portada vayan por su lado, que anuncien ya un remake de sí mismos.
Sigamos la pista del corazón.
Efectivamente, el libro es un remake, pero conociendo la trayectoria de AFM quizá no fuera demasiado aventurado suponer que se trata de un remake dentro de otro remake, y que no es el primero ni probablemente será el último; que, en este caso, todo es un pretexto para rehacer a su aire el protocolo que redactara Smithson de su recorrido por "Los monumentos de Passaic". Smithson, el alter ego: papeles, dibujos, vídeos, no lugares, la ruinas que se levantan en el cajón de arena, la entropía... El Google Earth como una de las bellas artes del Earth Art. Nada hay más entrópico que un samurai y su libro.
"....los límites de tu mundo son los límites de tu lenguaje" (Tractatus Logico-Philosophicus, L. Wittgenstein) (citado por AFG en p.152)
La topografía de la ficción alcanza aquí su meta en el falso retorno a la portada de Nocilla Lab.
Los autores son a veces pieles rojas duchos en borrar las propias huellas. Así AFM, cuando le preguntó un amigo el porqué de la portada. Respondió que no sabía, que era una ocurrencia. Pero también son expertos en desandar caminos, en falso retornos. Como éste a los acantilados de Lisca Bianca, a las ruinas que se levantan del rodaje de Antonioni de La aventura.Soberbio pensamiento en imágenes. No es casual y me parece que es uno de los aspectos pendientes a estudiar en su obra: después de Filmar America el retorno a Europa,vista ya con otros ojos, como los literatos y directores de los sixties. Sugiero a los vagos hermenéutas posmodernos que consideren también la posibilidad de ver a AFM como un clásico moderno, que lo es.
Al final del retorno, Mónica avanza hacia un AFM perdido (son las malas compañías) en las viñetas de la última parte de Nocilla Lab,ahora recuperado al encontrar entre los hierbajos de Lisca Bianca, y acariciar en su bolsillo, la Waterman con que Witt escribió el Tractatus: el mundo expandido en un lenguaje transmedia. Para celebrarlo, igual cae en la próxima el falso retorno a lo que queda de la casa Malaparte en Capri después de Le mépris.
viernes, 25 de febrero de 2011
martes, 22 de febrero de 2011
el arte de Gloria Lasso
Música de Mikis Theodorakis y poema de Rafael de Penagos
¿baja o alta cultura. No piquen.
sábado, 19 de febrero de 2011
miércoles, 16 de febrero de 2011
a qué llamo pensamiento en imágenes
a tratar de comprender (sin conceptos emocionales, filosofía) este mundo (tiempo, espacio) encontrando, produciendo, mezclando, imágenes, no leyéndolas (semiótica) ni imaginándolas (platonismo), sino experimentándolas (modernidad estética). El pensamiento en imágenes es el mapa de experiencias poliestéticas en un momento dado. Sólo eso.
sábado, 12 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
jueves, 3 de febrero de 2011
lunes, 31 de enero de 2011
los nuevos sin papeles
Es conocida la angustia del inmigrante por hacerse con los “papeles” que acrediten su condición legal, pero lo es menos la del personal universitario inmerso en alguno de los incontables procesos de evaluación a los que se ve sometido regularmente: docencia, investigación, acreditaciones, plazas… A los que hay que añadir aquellos trámites innecesarios inventados por puro sadismo, y para solaz de algunos burócratas autodenominados gestores, por las propias Universidades.
La Universidad se ahoga en la burocracia y ello genera nuevas patologías. Una de ellas es el (mal) llamado síndrome de Diógenes universitario, consistente en acumular, por si acaso, ingentes resmas de cualquier papel que acredite lo que sea, susceptible de ser exigido, o no, en un futuro por el kafkiano evaluador de turno. Es esta una actividad que corroe el alma y trastorna al espíritu. Ya se han visto los fines de semana a los nuevos Gollum repasando babeantes sus tesoooros.
No son nuestras bibliotecas quienes nos echarán de casa, sino esa marea creciente de papel inútil, además por triplicado. Lo digital no basta para aplacar los apetitos inconfesables de un burócrata.
La Universidad se ahoga en la burocracia y ello genera nuevas patologías. Una de ellas es el (mal) llamado síndrome de Diógenes universitario, consistente en acumular, por si acaso, ingentes resmas de cualquier papel que acredite lo que sea, susceptible de ser exigido, o no, en un futuro por el kafkiano evaluador de turno. Es esta una actividad que corroe el alma y trastorna al espíritu. Ya se han visto los fines de semana a los nuevos Gollum repasando babeantes sus tesoooros.
No son nuestras bibliotecas quienes nos echarán de casa, sino esa marea creciente de papel inútil, además por triplicado. Lo digital no basta para aplacar los apetitos inconfesables de un burócrata.
martes, 25 de enero de 2011
jueves, 20 de enero de 2011
sábado, 15 de enero de 2011
confianza
Enfrentados a la supervivencia, los antiguos conquistadores galácticos dudan ahora, se deprimen y hasta hacen calceta, como el coronel Everett.
domingo, 9 de enero de 2011
Supervivencia
A ciertas horas del día pueden verse en las grandes ciudades zombies de paseo terapéutico que caminan decididos hacia ninguna parte.
martes, 4 de enero de 2011
arte y literatura 3.
Hay un juego especular entre literato y artista: Jed Martin pinta el cuadro de Houellebecq como literato y este escribe la novela del artista; Jed Martin aprecia los despojos hediondos de Houellebecq como una composición mal lograda del expresionista abstracto Pollock; Houellebecq narra a grandes rasgos los años postreros de autorreclusión de Jed Martin. Se va acercando a otro final de novela, al de Daniel 25, a la experiencia de la insensata belleza de la materia.
Para el espectáculo de las miserias humanas Houellebecq se ha hecho reservar, junto a Voltaire, una butaca de palco: j´étais curieux et sensible. Su visión del mundo puede resumirse así: una superficie dudosa recubierta de suciedades variadas. Entre la “humanidad repugnante” y la “humanidad admirable” ha escogido la primera para describirla, empezando por él mismo: mal bicho, lleno de enemigos, borracho y vago, un cínico que, más que oler, apesta. La novela quiere ser un autorretrato sin las complacencias de la autoficción.
Escritor y artista comparten ese sentimiento de extranjería, de falta de adherencia a sí mismos y al mundo que, por otra parte, distingue a una porción de la humanidad percebe. Bien es cierto que esto les impide encontrar en su oficio la felicidad que tampoco han buscado. A cambio, les permite la necesaria distancia para desempeñar una tarea que les apasiona. Jed, como artista, crea por una necesidad interior a la que está sometido, y que regula sus ciclos creativos, hurtándole al dilema del creador expuesto a la crítica: si no cambias te repites y si cambias eres un frívolo. Curiosa aporía.
Su proyecto artístico consiste en la “descripción objetiva del mundo”, más exactamente, quiere “dar cuenta del mundo”. Y así sus intervenciones fotográficas sobre los mapas de la guía Michelin, los cuadros sobre profesiones del mundo, fotografías de quincallerías, hasta llegar a la obra suprema, que desconcierta a sus contemporáneos: una serie de videogramas en los que los microprocesadores emergen de un magma vegetal. Literalmente, su última obra es una meditación nostálgica sobre el final de la era industrial en Europa y, más en general, sobre el carácter perecedero y transitorio de toda industria humana.
El adorable feto transhumanista de Kubrick dialoga icónicamente con el personaje posthumano que cierra la novela de Houellebecq: en el líquido amniótico flota ahora un muñequito de Playmovil con sus dos puntos negros y la medialuna de la sonrisa perenne. Un final apacible. Es la tierna indiferencia del mundo refugiada en un manicomio. Así acaban algunas de las novelas de Houellebecq, incluso las más provocadoras, no precisamente esta. No hay consuelo, pero tampoco dolor. Una fórmula que repugna a los escritores para almas bellas en horas bajas. Sin que por ello, observa Houellebecq, dejen de perseguir ambos lo mismo: “el dinero, siempre el dinero”.
En el audio la respiración afanosa del paseo espacial se corresponde con los jadeos de una achacosa caldera de calefacción en el apartamento de Jed Martin. La novela es una especie de cuento de Navidad en el que la fecha del 25 de diciembre juega un papel destacado. Las vidas humanas están fechadas, por eso las referencias a la actualidad son aquí constantes ¿Es esto un demérito? Si acaso más trabajo para ediciones criticas futuras. El cuadro más logrado de Jed Martin lleva por título Bill Gates y Steve Jobs departiendo sobre el futuro de la informática. La conversación de Palo Alto.
¿Qué es lo obsoleto cultural hoy día? Obras por las que no pasa el tiempo.
Para el espectáculo de las miserias humanas Houellebecq se ha hecho reservar, junto a Voltaire, una butaca de palco: j´étais curieux et sensible. Su visión del mundo puede resumirse así: una superficie dudosa recubierta de suciedades variadas. Entre la “humanidad repugnante” y la “humanidad admirable” ha escogido la primera para describirla, empezando por él mismo: mal bicho, lleno de enemigos, borracho y vago, un cínico que, más que oler, apesta. La novela quiere ser un autorretrato sin las complacencias de la autoficción.
Escritor y artista comparten ese sentimiento de extranjería, de falta de adherencia a sí mismos y al mundo que, por otra parte, distingue a una porción de la humanidad percebe. Bien es cierto que esto les impide encontrar en su oficio la felicidad que tampoco han buscado. A cambio, les permite la necesaria distancia para desempeñar una tarea que les apasiona. Jed, como artista, crea por una necesidad interior a la que está sometido, y que regula sus ciclos creativos, hurtándole al dilema del creador expuesto a la crítica: si no cambias te repites y si cambias eres un frívolo. Curiosa aporía.
Su proyecto artístico consiste en la “descripción objetiva del mundo”, más exactamente, quiere “dar cuenta del mundo”. Y así sus intervenciones fotográficas sobre los mapas de la guía Michelin, los cuadros sobre profesiones del mundo, fotografías de quincallerías, hasta llegar a la obra suprema, que desconcierta a sus contemporáneos: una serie de videogramas en los que los microprocesadores emergen de un magma vegetal. Literalmente, su última obra es una meditación nostálgica sobre el final de la era industrial en Europa y, más en general, sobre el carácter perecedero y transitorio de toda industria humana.
El adorable feto transhumanista de Kubrick dialoga icónicamente con el personaje posthumano que cierra la novela de Houellebecq: en el líquido amniótico flota ahora un muñequito de Playmovil con sus dos puntos negros y la medialuna de la sonrisa perenne. Un final apacible. Es la tierna indiferencia del mundo refugiada en un manicomio. Así acaban algunas de las novelas de Houellebecq, incluso las más provocadoras, no precisamente esta. No hay consuelo, pero tampoco dolor. Una fórmula que repugna a los escritores para almas bellas en horas bajas. Sin que por ello, observa Houellebecq, dejen de perseguir ambos lo mismo: “el dinero, siempre el dinero”.
En el audio la respiración afanosa del paseo espacial se corresponde con los jadeos de una achacosa caldera de calefacción en el apartamento de Jed Martin. La novela es una especie de cuento de Navidad en el que la fecha del 25 de diciembre juega un papel destacado. Las vidas humanas están fechadas, por eso las referencias a la actualidad son aquí constantes ¿Es esto un demérito? Si acaso más trabajo para ediciones criticas futuras. El cuadro más logrado de Jed Martin lleva por título Bill Gates y Steve Jobs departiendo sobre el futuro de la informática. La conversación de Palo Alto.
¿Qué es lo obsoleto cultural hoy día? Obras por las que no pasa el tiempo.
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