jueves, 29 de marzo de 2012
viernes, 23 de marzo de 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
la humillación
En Black mirror el Primer Ministro británico es chantajeado para tener sexo con un cerdo, y el público acaba obligándole a ello mediante las encuestas de opinión. Al año siguiente su popularidad no ha disminuido sino que se ha acrecentado.
Reprimiendo un momento las críticas apresuradas merece la pena reflexionar sobre la lógica del proceder de ambos. En esta sociedad solo el que está dispuesto a la humillación pública es digno de fiar. La humillación puede tomarse como un elemento frívolo, sadomasoquista, banal, liviano, intrascendente. Pero también parece formar parte de un cierto contrato social. El verdadero político debe sufrirla para llegar y mantenerse en el poder. La conquista incluye el aguantar todo. La excelencia va unida paradójicamente a la disposición que se muestra de exponerse a la degradación pública. Es tan monstruosa, contradictoria, la capacidad de hacer el ridículo del político que el pueblo asocia aquí su sacrificio para salvar a la princesa del pueblo con el que estaría dispuesto a hacer para salvarle a él mismo de cualquier cosa. Y, después de haberle humillado, se somete gustoso a su tiranía. Los tiempos han cambiado.
jueves, 8 de marzo de 2012
el ocaso del flâneur
Hay dos clases de flâneur: del camino y de la calle. El de la estética rural heideggeriana "por el camino verde que va a la ermita", y el benjaminiano que merodea por los pasadizos de la metrópolis. Este último no tiene mucho porvenir. El ocioso callejeador que se detiene mirándolo todo, especialmente el variado interior de los coches aparcados, es captado rápidamente por las múltiples cámaras y corre el peligro de ser detenido por sospechoso de buscón o buscona. O, lo que es todavía más probable, de ser arrollado por alguno de los caminantes (The walking dead) que a toda pastilla hacen su paseo terapéutico. Corren malos tiempos para el flâneur.
viernes, 2 de marzo de 2012
la banalidad del mal
"Fue como si en aquellos últimos minutos [Eichmann] resumiera la lección que su larga carrera de maldad nos ha enseñado, la lección de la terrible banalidad del mal, ante la que las palabras y el pensamiento se sienten impotentes". (Arendt, Eichmann en Jerusalén).
La hermenéutica consiste en el arte de hacer decir a otra persona lo que uno quiere que diga. La conocida frase de Arendt es citada en Luther con un propósito distinto. Cameron, asesino en serie, le da la vuelta para justificar sus acciones: la banalidad del mal consiste en la maldad de lo banal. Es decir, en una sociedad muerta, banalizada, sin mitos, que necesita del revulsivo de los grandes héroes del mal, de las emociones fuertes, para sentirse viva. Como se encargan de demostrarle con su arrestro, él es un ser débil y despreciable que utiliza el recurso a esos mitos como elemento compensatorio.
¿Solo él?. No es sino la expresión directa y brutal a nivel teórico del esteticismo de la violencia, del "fascismo fascinante" (Sontag) icónico que aparece con frecuencia en nuestras pantallas de la mano de reputados directores.
http://joseluismolinuevo.blogspot.com/2008/08/el-caballero-oscuro.html
Por su parte, Luther se acoge a la plegaria de Nina Simone al final de la primera temporada. Falta le hace.
miércoles, 29 de febrero de 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
mi papá es el diablo
Es recomendable la serie Luther, y ha sido un acierto recuperar al complejo Russell 'Stringer' Bell para este otro personaje en la "delgada línea". Tan pronto oficia de neuropolicía como se marca unos diálogos con Alice Morgan sobre los agujeros negros y el mal que harían palidecer de envidia a Punset.
Me llama la atención cómo se van replicando los recursos estéticos en 4 o 5 trailers de series muy distintas. Lo llamaría el efecto Carnivale. Uno de ellos, excelente, el de Luck. Se puede ver y, sobre todo, oír una y otra vez, con la bebida adecuada. De momento, la serie es tan indescifrable como la cara de Ace.
jueves, 23 de febrero de 2012
jueves, 16 de febrero de 2012
esto no es arte
Es una chapuza, sobre la que se pueden echar toneladas de legitimación hermenéutica, como es habitual, pero sigue siendo una chapuza. Falta de imaginación atribuible a la cultura de la subvención que rodeaba a un cierto arte llamado contemporáneo, basado en la provocación fácil que ya no escandaliza a nadie, y que evidencia la falta de recursos acudiendo a la ironía pueril, revelando, sobre todo, una monumental ignorancia. Es la pretensión de un arte de vagos e indocumentados, para desprestigio de otro serio, informado, trabajador y con ideas.
martes, 14 de febrero de 2012
lunes, 13 de febrero de 2012
ironía de la historia
``La Red es frecuentada por las esperanzas frustradas de los años sesenta. Puesto que simboliza un nuevo período de cambios rápidos, muchos comentaristas contemporáneos se vuelven hacia la revolución fallida de hace treinta años para explicar lo que ocurre hoy día. Los más famosos, los fundadores de Wired se han apropiado la retórica de la nueva izquierda para promover, en lo que concierne a la red, la política de la nueva derecha. En Europa, una larga tradición política de lucha de clases y una compulsión teórica vuelve poco creíble semejante equívoco ideológico. Pero, no obstante, eso no significa que los europeos estén libres de un elitismo numérico que ellos arriesgan en adoptarlo, en nombre de ideologías libertarias de los años sesenta. Ironía de la historia, esta unión de los contrarios es, en cambio, completamente evidente en los escritos inspirados por Gilles Deleuze y Félix Guattari". (Richard Barbrook)
viernes, 10 de febrero de 2012
martes, 7 de febrero de 2012
una verdadera compra
"El arte es el poner a la obra de la verdad. En esta frase se esconde una ambigüedad esencial, puesto que la verdad puede ser tanto el sujeto como el objeto de ese poner. Pero aquí, sujeto y objeto son nombres poco adecuados. Impiden pensar esa doble esencia, tarea que ya no debe formar parte de estas reflexiones. El arte es histórico y en cuanto tal es el cuidado creador de la verdad en la obra. El arte acontece como poema. Éste es fundación en el triple sentido de donación, fundamentación e inicio. Como fundación el arte es esencialmente histórico. Esto no quiere decir únicamente que el arte tenga una historia en el sentido externo de que, en el transcurso de los tiempos, él mismo aparezca también al lado de otras muchas cosas y él mismo se transforme y desaparezca ofreciéndole a la ciencia histórica aspectos cambiantes. El arte es historia en el esencial sentido de que funda historia" (Heidegger)
domingo, 5 de febrero de 2012
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