sábado, 25 de octubre de 2025

Sandeces distópicas de Byung-Chul Han


"También he advertido en muchas ocasiones sobre los peligros de la digitalización. En realidad, nos hemos convertido en la herramienta del smartphone. El smartphone nos utiliza a nosotros y no al revés. Y no es el smartphone nuestro producto sino que nosotros mismos somos su producto. El ser humano suele convertirse en esclavo de sus propias creaciones".

Cualquier persona con un poco de sentido común le respondería que si se convierte en herramienta o esclavo del smartphone será porque él quiere. La sugerencia de convertir al móvil en un nuevo Frankenstein resulta patética. ¿Por qué lo hace? Por aquello mismo que denuncia: titulares para la venta. Pocas veces la filosofía había caído tan bajo como con este sujeto.

Es interesante el visionado de las caras con que se recibe este mensaje. Me recuerda en el otro extremo la reflexión de Bostrom sobre a quién interesan las distopías tecnológicas: las distopías son el lujo esteticista de una clase social aburrida y deseosa de emociones fuertes. En términos de Burke: "un horror delicioso". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario