Al leer las revelaciones de Wikileaks y los comentarios displicentes de algun@s (no era para tanto, ya lo sospechábamos...) me viene a la memoria la tesis de Groys: en las sociedades mediáticas es verdad, no lo que nos saca de dudas, sino lo que confirma nuestras sospechas.
Mutación: sospecho, luego existo.
La duda cartesiana se convierte en el trascendental kantiano de la sospecha. La base de toda dialéctica trascendental.
O como decía un sabio taoísta:
ResponderEliminarTodo está oculto porque todo es e-vidente
Tienes un blog magnífico! "te sigo" :)
ResponderEliminarHa tenido éxito la proclama fundacional de Nathalie Sarraute en su ensayo 'La era de la sospecha' (aunque una traducción española cambie sospecha por recelo, más fino), emitida ya en 1956, valiéndose de una expresión de Stendhal. Luego vinieron Ricoeur y compañía, y ahora parece que la cosa se ha asentado ya en nuestra base antropológica.
ResponderEliminarsaludos
Tiene usted razón. No nos importa que haya secretos sino saber que nos han sido revelados, saber que ya lo sabíamos. Por lo menos yo confieso que eso es lo que más me interesa del fenómeno "wikileaks".
ResponderEliminar...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
JOSE LUIS
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE : OS DESEO UNAS FIESTAS ENTRAÑABLES 2010- Y FELIZ AÑO 2011 CON TODO MI CORAZON….
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
Lo realmente preocupante de todo esto es la arrogancia con la que el hombre actual se miente a si mismo, consciente de que existe una verdad innegable, que nos negamos a aceptar; somos conscientes de que la verdad subyace velada ante nuestros ojos, y aún así, preferimos vivir en las "sombras proyectadas", sin hacer nada por evitar que la mentira sea la que mande, la que cause sensacion, pues parece ser que la verdad es aburrida... la sospecha nos motiva; da sentido; nos entretiene; llena de encantamiento un mundo nihilista y desencantado; es la nueva religión. pues.. ¿de que otro modo se explica, que aún siendo conscientes de que unos pocos urden en la oscuridad y deciden sobre nuestras vidas, prefiramos vivir satisfechos con alguna que otra verificacion de algunas de nuestras sospechas (cual sabiondos que se sienten orgullosos de responder a cuestiones ya resueltas gritando:¡lo sabía!) y renunciemos a la lucha por el triunfo de un mundo "de las cosas mismas", libres de velos, y donde realidad y verdad sean la misma cosa? En mi opinión, elegir esta ultima opción es lo fundamental, pues se eliminaría el absurdo de la sospecha sistemática de nuestra era(que nos llena de falsas convicciones fundamentadas en la endeble estructura del nihilismos axiológico del hombre contemporaneo) porque acabaría, en la medida de lo posible, con abismo existente entre ser y aparecer de las cosas, entre lo que se nos muestra, y lo que realmente es lo mostrado, entre la imagen y el objeto. Entre lo que nosotros somos, y lo que deberíamos ser. Nietzche, acertaba al afirmar que el ser humano siempre a preferido mentirse a si mismo, a afrontar valientemente la simple y desnuda verdad de su existencia; Si bien, en un pasado, el hombre prefirió darle la espalda a su naturaleza mortal, creando la religión y la creencia en otra vida inmortal; actualmente es esa misma prepotencia y egocentrismo humanos, los que de igual modo nos ha conducido de nuevo a la elección de mentirnos a nosotros mismos para no aceptar nuestra vanidad, creandonos un mundo imaginario a nuestro antojo, donde la verdad no es más que "nuestro" pobre coche viejo que guardamos en el garage cuando viene el vecino, con el fin de poder alardear, del nuevo superdeportivo que el banco me ha prestado financiado, haciendome creer que algún día sería mio. ¡Todo sea por ese gran momento de felicidad que surge cuando hago creer al vecino, que soy un tio importante!... ¡menos mal, que no ha echado un ojo a mi escuálida nevera! Moraleja:Pasado un tiempo mi vecino no puede esconder su frenesí, al comprobar que me han embargado el coche por impago; como tampoco puede evitar decir en alto "Ya sospechaba yo, que este impostor, estaba viviendo por encima de sus posibilidades!
ResponderEliminarLo realmente preocupante de todo esto es la arrogancia con la que el hombre actual se miente a si mismo, consciente de que existe una verdad innegable, que nos negamos a aceptar; somos conscientes de que la verdad subyace velada ante nuestros ojos, y aún así, preferimos vivir en las "sombras proyectadas", sin hacer nada por evitar que la mentira sea la que mande, la que cause sensacion, pues parece ser que la verdad es aburrida... la sospecha nos motiva; da sentido; nos entretiene; llena de encantamiento un mundo nihilista y desencantado; es la nueva religión. pues.. ¿de que otro modo se explica, que aún siendo conscientes de que unos pocos urden en la oscuridad y deciden sobre nuestras vidas, prefiramos vivir satisfechos con alguna que otra verificacion de algunas de nuestras sospechas (cual sabiondos que se sienten orgullosos de responder a cuestiones ya resueltas gritando:¡lo sabía!) y renunciemos a la lucha por el triunfo de un mundo "de las cosas mismas", libres de velos, y donde realidad y verdad sean la misma cosa? En mi opinión, elegir esta ultima opción es lo fundamental, pues se eliminaría el absurdo de la sospecha sistemática de nuestra era(que nos llena de falsas convicciones fundamentadas en la endeble estructura del nihilismos axiológico del hombre contemporaneo) porque acabaría, en la medida de lo posible, con abismo existente entre ser y aparecer de las cosas, entre lo que se nos muestra, y lo que realmente es lo mostrado, entre la imagen y el objeto. Entre lo que nosotros somos, y lo que deberíamos ser. Nietzche, acertaba al afirmar que el ser humano siempre a preferido mentirse a si mismo, a afrontar valientemente la simple y desnuda verdad de su existencia; Si bien, en un pasado, el hombre prefirió darle la espalda a su naturaleza mortal, creando la religión y la creencia en otra vida inmortal; actualmente es esa misma prepotencia y egocentrismo humanos, los que de igual modo nos ha conducido de nuevo a la elección de mentirnos a nosotros mismos para no aceptar nuestra vanidad, creandonos un mundo imaginario a nuestro antojo, donde la verdad no es más que "nuestro" pobre coche viejo que guardamos en el garage cuando viene el vecino, con el fin de poder alardear, del nuevo superdeportivo que el banco me ha prestado financiado, haciendome creer que algún día sería mio. ¡Todo sea por ese gran momento de felicidad que surge cuando hago creer al vecino, que soy un tio importante!... ¡menos mal, que no ha echado un ojo a mi escuálida nevera! Moraleja:Pasado un tiempo mi vecino no puede esconder su frenesí, al comprobar que me han embargado el coche por impago; como tampoco puede evitar decir en alto "Ya sospechaba yo, que este impostor, estaba viviendo por encima de sus posibilidades!
ResponderEliminar¡Caramba. Una crítica racional sobre la irracionalidad!
ResponderEliminarEn relación al término verdad y lo que este evoca. ¿No será que el concepto posee una suerte de virtualidad que forma parte de la realidad misma de todo lo referido, de manera que no tiene una realidad en sí frente a sus interpretaciones virtuales, sino que su realidad es todo ese juego de evocaciones virtuales que suscita?
¿No será que verdad ya no se puede entender en clave platónica, sino que es más bien la realidad de lo que lo virtual construye?
En la línea de Gadamer, claro.
En realidad mi comentario, que peca de algo de contradictorio, lo único que intenta defender, es una vuelta a las cosas mismas, en terminos, no tanto aristotélicos, sino heideggerianos, husserlianos, o sartreanos. Lo que en mi opinión, no es una elección acertada, es la de dar a la imagen el absoluto poder de legislar verdades existenciales, o de apropiarse del objeto mediante conjeturas cargadas de chovinismo antropocentrista. En el fondo el hombre de ahora, y el hombre medieval a la hora de elegir sobre lo real o lo sospechoso, han elegido (cada uno a su manera) aceptar como válidas una cosmovision del mundo muy alejada del ser que les es propio. La cultura de la imagen nos ha alejado casi en términos absolutos, de nuestra propia naturaleza real (y digo real en terminos de autenticidad) Lo que hace que nos veamos obligados a saber aprender a seleccionar que imagenes son aceptables y cuales no, y consecuentemente, esto hace que nos sintamos tambien obligados a adoptar una postura de la sospecha como unico criterio válido para lograr, en la medida de lo posible, conocernos a nosotros mismos. Lo que está claro, es que yo prefiero un mundo de lo autentico donde a cada cosa se le llame por su nombre, donde las cosas sean lo que son, donde los hombres logren identificarse consigo mismos; pero sobre todo, un mundo donde el covenio de lo verdadero, no responda a intereses particulares, sino colectivos. La optra opción, la de la verdad que construye lo virtual, pienso que solo nos trae problemas. De hecho, como tu bien dices, hoy en día no somos capaces de entender la verdad como aletheia, pues existen tantas verdades, como anuncios publicitarios, jeje Sin embargo, yo solo soy partidario de la defensa de la verdad como autenticidad; ¿no somos los filósofos los que debemos de luchar precisamente, contra todo aquello que no sea cierto? De todos, es sabido que conceoptos como verdad, metafísica, humanidad... son demasiado abstractos como para no rendirse a la hora de elegir como plausible, simplemente como dice Jose Luís, todo aquello que nos satisfaga nuestras perspectivas de "señoritos satisfechos. Claro que todo esto es solamente mi humilde opinión formulada en base a mi postura heideggeriana sobre lo que el humanismo es y deberia de ser...
ResponderEliminarEl paradigma está cambiando (de "pará" que es junto y "déigma" modelo).
ResponderEliminarSi no se cambia de paradigma no se modifica la realidad (de realitas y de res que son "cosas"). Realidad es "todo lo que existe", sea o no accesible, entendible, cuantificable, esté en mi cabeza o en la de mengano.
La verdad es un modelo, es una realidad de cosas, es una estantería inclinada 36º, una botella de plástico a medias y la unidad imaginaria (i = √(-1))
La publicidad y lo que decía Groucho Marx (Estos son nuestro principios y si no les gustan tenemos otros) están más cerca de lo auténtico (usado en el sentido del anterior texto. Dios, globalización, absoluto, etc) que las imágenes proyectadas del concepto mismo.
(perdón)