2. Godard: discurso del método

Godard y Nietzsche: cine y poesía.

"...todo esto debemos aprender de los artistas y en el resto ser más sabios. Pues suele desaparecer en ellos esa sutil fuerza suya allí donde cesa el arte y comienza la vida. Pero nosotros queremos ser los poetas de nuestra vida y, sobre todo, en lo más pequeño y cotidiano" (Nietzsche. La gaya ciencia)

















Si la característica de las imágenes es que son contradictorias, mejor ambiguas, esta película de Godard,de transición, unida en su título a la obra de Nietzsche, se ve ahora, con la distancia, quizá mejor que antes.La poesía de la vida se vierte ahora en imágenes y sonidos, que hay que encontrar, no buscar. Nietzsche contraponía un arte que embellece la vida a la poesía que la presenta. La imagen poética es revolucionaria,dice Godard, no porque represente lo real, sino porque es capaz de presentarlo. Y lo real mismo es contradictorio. Las imágenes convencionalmente revolucionarias, como las del Ché, Castro, anti Vietnan etc.,que aparecen en la película, los discursos sobre la liberación sexual, tienen su contrapunto en las irreverentes, algunas de un machismo naif,que acabo de colgar, y no creo fueran muy entendidas y apreciadas entonces. Pero formaban parte de lo cotidiano. La ironía revolucionaria es alegre, pero deja en unos y otros un regusto amargo.Con los símbolos no se juega, pero ese juego es el núcleo de un saber alegre.

las imprevisiones de Hobbes

Un ejemplo más de que las etiquetas "racionalismo" y "empirismo" no funcionan en Historia de la Filosofía

lo que nos hacemos las tecnologías

La boutade del autodenominado detective Hank Dolworth es interesante. Si somos seres tecnológicos, habrá que hablar (de hecho ya se hace) de los "derechos humanos" de las máquinas y, de paso, reformular el imperativo categórico kantiano: tomar las tecnologías como fines, y no sólo como medios.

balas y pinceles

La última, para ciclotímicos en horas bajas y gente que está atascada redactando tesis doctorales.

de caballos

Un caballo en una sala de estar la convierte en un no-lugar, en esos pasillos, túneles, hacia lo misterioso donde ése animal de tránsito conduce hasta Bob. Son varias las teleseries donde Bob tiene nombre de abogad@. Su enseñanza es inquietante: para ganar tienes que destrozar la vida de los demás, y de paso la tuya propia. En ese momento le perteneces: le (te) ves en el espejo.

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